miércoles, 23 de abril de 2014

10 DÍAS PARA LISBOA (UN AÑO DESPUÉS)


Como diría el bueno de David Coverdale, cantante de Whitesnake:

“Here I go again…”.

De nuevo a 10 días del Lisboa Triathlon, distancia 1/2 IM. Bueno, en realidad algo menos, pero entonces no podría citar el post del año pasado, son licencias literarias que uno mismo se concede, ya saben ustedes, queridos lectores.

Allá que voy otra vez, la misma sensación de nervios y algo de desasosiego, pero por razones totalmente distintas. En 2013 provocado por el miedo a lo desconocido, pánico a una distancia que parecía inalcanzable, dudas acerca de haber entrenado lo suficiente o no (bueno, aquí no había dudas, SABÍA a ciencia cierta que no había entrenado lo suficiente).

¿Y este año qué? Pues este año he entrenado mucho más…dos de las disciplinas, la natación y la bici, pero la carrera…la carrera nada de nada, amigo mío. Y ese es precisamente el origen de mi nerviosismo y desasosiego. El maldito Aquiles me ha impedido correr con normalidad en todo lo que llevamos de año, ni una sola sesión a pie de la que me pueda sentir satisfecho desde que corrí la Behobia en noviembre del año pasado, siempre con dolor, siempre forzando la postura, nunca teniendo la sensación de estar corriendo medianamente cómodo. Así que al final he desistido, no estoy corriendo, apenas una sesión cada 15 días, cuando el sentimiento de culpa me asalta y me hace calzarme las zapatillas, para inmediatamente darme cuenta a los pocos metros que nada ha cambiado desde la última vez, me duele, me sigue doliendo, vaya mierda. Ni taloneras, ni plantillas, ni EPIs ni tratamientos mágicos. Tocará parar algún día, aunque “ya si eso, mañana”. Leo en internet que Alistair Brownlee, el campeón olímpico y gran rival de Gómez Noya, anda igual con su Aquiles y se ha visto obligado a darse de baja de la próxima cita de las Series Mundiales. Ya me encuentro algo mejor, sé lo que sientes, amigo Alistair, es duro ser triatleta de élite ¿verdad? ;)

Ya está “el Fonseca” llorando otra vez, pensareis. Es verdad, estoy llorando mucho, de pura frustración, porque llegaré a Lisboa la próxima semana con la sensación de haber perdido la oportunidad de hacer “una marca histórica”, entiéndase lo de la marca histórica en el contexto de mi realidad como triatleta de 90kgs con apenas año y medio de experiencia, claro está.

Nadaré bien, espero, haré seguro una buena bici (he mejorado muy mucho en este segmento) y correré como pueda, señora. Bueno y eso de que nadaré bien…resulta que la semana pasada, por hacer el imbécil con la bici de montaña, me pegué una “leche” de campeonato, cayendo sobre hombro, muñeca y cadera izquierda. Lo de la cadera parecía lo más grave, pero ya comprobé que, más allá de la herida y el hematoma, apenas me molestaba para pedalear, y corriendo me dolía más el Aquiles, así que bien. Al arrastrón sobre el hombro y golpe en la muñeca no le di mayor importancia, pero mi sorpresa fue mayúscula en la última sesión de piscina, y es que el hombro “sonaba raro” y dolía al ejecutar la brazada, y además apenas siento la muñeca arrastrando el agua con el brazo izquierdo, he perdido fuerza...horror.

 Venga, que aún quedan 9 días, Fonseca, seguro que te recuperas y lo haces genial. Piensa en positivo, acuérdate de Chrissie (Wellington), que 15 días antes de ganar su último Ironman de Hawaii se pegó también un “tortazo” en bici y cuyas heridas eran mucho más evidentes que las tuyas. Ya, ya lo sé, tú no vas a ganar el triatlón de Lisboa, ni de coña, pero siempre puedes sonreír como ella, a mal tiempo buena cara, recuerda.

Y más que sonreír, lo que lo pienso hacer es pasármelo en grande. Este año la cita de Lisboa va a ser especial, muy especial. Y la razón tiene nombre, mejor dicho tiene muchos nombres:

Jorge, Fernando, Carlos, Asier, Noel, Kike, Luis, Ángel, Fran, Néstor, Alberto, Isa, Toni y Chema.

14 compañeros de fatigas, 14 amigos dispuestos a pasarlo bien, sufriendo y disfrutando de este bendito deporte. Ha sido una pasada entrenar y preparar esta cita con todos y cada uno de vosotros. Ya dije en un post anterior que me sentía responsable de que muchos de vosotros estuvierais el 3 de mayo junto a mí, en algún caso directamente responsable, así que permitidme que desde estas líneas os dé las gracias. Gracias por ser unos insensatos (algunos más que otros) y dejaros “liar” con tanta facilidad, creedme que no os arrepentiréis. Y no exagero al decir que posiblemente en algún caso sentiréis que será lo más grande que habréis hecho en vuestra vida, ya sé que muchos tenéis hijos, y que los hijos es lo más grande, y otro me dirá que estuvo en Johannesburgo viendo a España ganar el Mundial, y el otro me dirá tal o cual. Para muchos será lo más grande a nivel deportivo-personal, y solo espero que sea lo más grande…de momento. Porque lo siguiente es el Ironman, o Sables, o el Ironman y Sables y la París-Moscú en bici y...

No me olvido de mi santa esposa. Gracias Ruth por acompañarme una vez más en esta locura, sin tu apoyo nada de esto sería posible, ya sabes que intento compensarte tanto sacrificio que haces por mí, aunque a veces llegue a agotar tu paciencia infinita.

Gracias finalmente a Iker y Xilbi, mis buenos amigos dispuestos a cruzarse la península ibérica en coche, desde el país de los “guipuchis” hasta Lisboa, sólo para estar conmigo ese día. También sois muy grandes, las “canecas” y el “bacalhau” corren de mi cuenta, eso por descontado.

Muito obrigado.

10 días, así que “HERE I GO AGAIN”.