Estoy contento, muy contento, así que hoy voy a empezar por
los agradecimientos. El camino que te lleva a tomar la salida de un Ironman es
largo, y uno no puede recorrerlo solo. Hace falta el apoyo, comprensión, ánimo
y energía de mucha gente.
Gracias Ruth, por aguantar (un año más) mis delirios de
flipatleta. Un año de robarte tiempo, de recortar vacaciones, de soportar
momentos de bajón, lesiones y todas clase de contratiempos. Todo es gracias a
ti, es justo reconocerlo, nada de lo que estoy haciendo es posible sin tu apoyo
incondicional, gracias y mil veces gracias. El año pasado cometí la terrible
equivocación de no entrar en meta contigo a mi lado. Este año he podido
enmendar el error, y te prometo que, a no ser que me esté jugando el podio al
sprint con Chema o Iván (que va a ser que no), volveremos a entrar en meta juntos. Un homenaje tonto,
pero todo un homenaje justo a ti, mi queridísima "Ironmate".
Gracias amigos, gracias Kiko, Vane, Óscar, Nata, Rober, Isma y tantos
otros que me apoyan, animan e incitan a seguir mejorando. Gracias a todos a los que seguíais la prueba "online" por el grupo de whatsapp creado a tal efecto, me encantó leer después todos vuestros mensajes de ánimo.
Gracias a TODOS y cada uno de mis compañeros del Club
Triatlón La Sagra de Illescas, en general no me merezco ni la mitad de los
halagos con los que me obsequiáis, pero qué duda cabe que, aunque sea de
mentirijillas, estos halagos me hacen sentir más fuerte y me crezco en cada
brazada, cada golpe de pedal, cada paso que doy cuando compito. Os debo mucho de
mi mejoría este año, querer nadar mejor que Kike, ser tan bueno en bici como
Fran, correr como el cabrón de Alberto, el cojo...eso también os lo debo a
vosotros. No me olvido de Medina y sus ruedas prestadas, una parte de ti
también ha hecho el Ironman, tus Planet-X me hicieron volar en el segundo
sector (por cierto me las han robado, jejeje). Tampoco de ti Fer, aunque finalmente no eligiera tus ZIPP tubulares por miedo a no saber que hacer con ellas en un hipotético pinchazo.
Gracias Chema por compartir mi pasión, mi locura y muchas
horas de entreno juntos. Nos vemos el 12 de julio de 2015 en la salida del
Ironman de Vitoria. Y pienso ganarte, aviso.
Gracias Quero, por guiar mis entrenamientos en la fase
"importante" de mi carrera hacia este FULL ICAN Gandía, pero sobre
todo, UN MILLÓN de gracias por dar con la clave de la terrible lesión de
Aquiles que me ha estado torturando durante un año. Una simple frase,
"cambia las putas zapatillas", y conseguí ver la luz al final de ese
oscuro túnel de más de 365 días de frustración, dolor y desesperación. Tan
sencillo, tan fácil, tan evidente...pero sólo tú fuiste tajante. Mil gracias
José Manuel.
Jamás estaré suficientemente agradecido a Iker y Xilbi, algo
más que primos, algo más que amigos, algo más que hermanos. Cruzarse, una vez
más, media península, esta vez hacia el este, sólo para acompañarme el día de
la prueba es a todas luces "masoca". Ya lo hicisteis en Lisboa y
habéis reincidido en Gandía, y además sé que siempre que os sea posible
volveréis a estar ahí. Sois increíbles, os quiero mil y me dais la vida en cada
palabra, cada aplauso, cada grito de ánimo.
Gracias Iván, cabronazo. Por decidirte a hacer la prueba
conmigo, por compartir muchas horas de bici juntos este año. Únicamente por
intentar seguirte en cada entreno juntos he conseguido mejorar increíblemente
sobre esa maldita máquina de tortura que es la bicicleta. Dale también de mi
parte las gracias a Susana, tu mujer, por sus gritos de ánimo, su energía
desbordante, por sus cervecitas y jamón con tomate cuando llegaba desfondado a
tu casa tras horas intentando seguir tu infernal ritmo. Cuídala y hazle un
regalo ASÍ de grande, porque se lo merece Y LO SABES.
Y a todos los que se me ha olvidado daros las gracias, pues
también, MUCHAS GRACIAS. Sois muchos los que me habéis acompañado, de una u
otra forma, este año. Pido vuestra indulgencia pues más de 12 horas (poco más, ¿eh?)
de Ironman dejan a uno "desneuronado".
Y ahora vamos al lío. Toca hacer la crónica de una prueba
que me salió cuasi-perfecta, casi, casi, casi como había imaginado. Bueno, en
realidad fue como había imaginado, porque en el fondo sabía que, tarde o temprano,
acabaría reventando en la maratón...pero no adelantemos acontecimientos.
Según avanza la
semana "definitiva" mis nervios van in crescendo. Sé que lo voy a
hacer mucho mejor que el año pasado, salvo avería mecánica, lesión o
"catacrack" total, pero entrenando como he entrenado este año, esto
último no debería suceder.
Salgo con mis fieles "supporters", Iker y Xilbia
el viernes al mediodía, Ruth no llega hasta el día siguiente por temas
laborales.
El "pesao" de Iván ya está allí y me está agobiando con el
"¿cuándo llegas, cuándo llegas...?" para recoger el dorsal juntos.
Recogemos el tema, preciosa y muy útil la mochila que regalan con la
inscripción, después de esto quedamos para la "pasta party", que en
lugar de ser el sábado es ese mismo viernes. Verme rodeado de triatletas me
genera emoción y nerviosismo a partes iguales, pero trato de concentrarme en
los (2) platos de pasta hasta arriba que me esperan. Un paseíto para bajar la
comida y al hotel cuanto antes, que mañana tengo que ir a buscar a Ruth a
Valencia, pero antes quiero nadar un poco y echar un vistazo al circuito de
natación.
El sábado a las 8.45 ya estoy en la playa, sin neopreno, y
me lanzo al agua (bastante buena de temperatura) para hacer unos 1000m. Pruebo
el Garmin que me ha prestado Chema, que vibra cada 100m. A los 500m doy media
vuelta, y en 20 minutitos estoy de nuevo en la playa. Charlo con dos triatletas
mientras me seco, resulta que los 3 hicimos el Iberman de Huelva el año pasado,
y comentamos y echamos pestes del criminal circuito de bici (y de maratón) de
la pruebecita del demonio. A esto llega Iván también para nadar, pero yo he de
irme corriendo para Valencia, ciao Iván quedamos después de comer para hacer el
check-in de bicicleta y bolsas de transición.
Recojo a Ruth en compañía de Xilbi, mientras Iker queda en
Gandía y sale a correr 90min. Una vez de vuelta degustamos un espectacular
arroz a banda con carabineros y después vuelo hacia el hotel para preparar
todo.
Llegamos con tiempo a zona de boxes y preparamos todo, dejamos
la bici en la zona de transición y la cubrimos con una bolsa que proporciona la
Organización para protegerla de la humedad y el rocío de una noche a la
intemperie.
En una carpa hay que dejar las bolsas para la T1 y la T2 con todo
el material necesario para el siguiente sector. Esto es novedoso para mí,
acostumbrado a la típica cesta bajo la bici donde hay que colocar todo. Me
parece más cómodo y menos estresante hacerlo así que todo el mismo día de la
prueba, como por ejemplo se hace en Lisboa. Colocamos todo, nos hacemos las
fotitos de rigor y rápido a cenar y a la cama, que toca madrugón al día
siguiente.
Consigo descansar entre 4 y 5 horas, y a las 4.30am ya estoy
en pie para preparar todo lo relativo a hidratación y nutrición, siguiendo las
directrices de mi entrenador. A las 6am me recoge Iván, junto con Susana y
vamos en coche hasta la zona de transición. Aún de noche terminamos de colocar
todo y hacer las últimas comprobaciones. Finalmente no utilizaré el Garmin de
Chema, no lo he probado bien y paso total de que me genere estrés durante la
prueba por no saber configurarlo. Voy con el mío, y si se acaba la batería en
mitad de la maratón pues se acaba, total ya iré fundido por entonces y el ritmo
y las pulsaciones me van a dar igual.
Poco a poco va amaneciendo, hace frío y estoy temblando,
tanto que Susana me tiene untar de vaselina porque yo no puedo. Ya con el
neopreno puesto enfilamos hacia la playa y entramos en el mar para probar el
agua…bueno, y para desalojar también algo de líquido…
La salida se va a retrasar una media hora porque la Guardia
Civil aún no ha dado el OK definitivo a los diferentes circuitos. Mientras
tanto llegan Iker, Xilbi y Ruth y aprovechamos para hacernos fotos, bromear y
relajar algo la tensión del momento.
Primero saldrán los pros, y 5 minutos después nosotros, los
GGEE, con salidas diferentes para chicos y chicos en ambas categorías.
Alrededor de las 8am la suerte está echada…suena la bocina
y, HALA, vamos al lío…
AGUA
Salgo detrás de Iván, pero como preveía se escapa rápido, y
eso que decía que la natación se la iba a tomar con calma…ya le
dije yo que ni de coña.
A los 100m me arrean el primer trompazo, las gafas se me
descolocan y me echo hacia la derecha para arreglar el destrozo. Nada,
sobreviviré. Enrabietado recupero la estela del grupo y voy pasando a la gente.
Quizá voy algo demasiado rápido. El entrenador me dijo que los 1000m me los
tomara con calma, así que aflojo un poco. En la cuarta boya giramos a la
derecha y se supone que llevamos 1200m. Vistazo rápido al crono y clavo los
20minutos. Coño voy de puta madre. Los brazos terminan de soltarse y fuerzo un
poco más el ritmo, aunque la alegría dura poco. De repente visualizo una medusa
gigante y al ponerme en tensión se me suben los isquios, mierrrrrrrrda. Nada,
no consigo soltar la musculatura, el corazón se dispara y encima pego un buen
trago de agua salada, mayday, mayday, Houston tenemos un problema…
Cambio a nadar de espaldas y me pasa hasta mi abuela, aún
así no consigo deshacer el nudo en mis piernas. Joder, joder, joder. Decido
parar, recupero el aliento y poco a poco voy dando brazadas de nuevo, dejando
las piernas muertas, sin dar patada. Este segundo tramo es un suplicio y se me
hace eterno, no quiero mirar el crono para no agobiarme más de lo ya estoy. Me
sigue pasando mucha gente, con lo bien que había salido, mierda.
Nuevo giro a derechas y enfilamos recto hacia el interior
del puerto de Gandía. De repente el agua se vuelve terriblemente fría, fatal
para mis calambres, no se te ocurra dar patada, Dani. Calculo unos 1000m hasta
el final y decido darlo todo, solo con brazos y una levísima patada. Ahora sí
miro el reloj y voy a estar entre 1h10 y 1h15, es decir, lo previsto, de modo
que me relajo, objetivo cumplido. Me permito incluso el lujo de pararme a 50m
del final para echar la última meadita marina, no quiero empezar la bici con la
vejiga llena.
Salgo en 1h12, quedeputamadre, mi sonrisa se debe ver hasta
en Madrid. Ahí está Iker, animando, y Ruth. Grito y cierro el puño,
tomaaaaaaaaaaa….
T1
Relaja Dani, bébete el bote de isotónico que tienes
preparado en la bolsa y tómate un gel. Sin ninguna prisa (vamos en mi línea de
transiciones a paso tortuga) voy preparándome para la bici. 7-8 minutos a tomar
por saco. Bueno, están presupuestados, no hay problema.
BICI
Agarro a BeBe (recién rebautizada, por Black Bullet, la bala
negra) y despacito monto sobre ella. Saludo a mi afición y poso para las fotos.
Hago en plato pequeño y de forma relajada los 2kms iniciales por el paseo
marítimo, hasta que una vez en la carretera que nos llevará hasta Cullera, me
acoplo, enchufo el plato grande y….A VOLAR!!
Son 30km de ida y otros tantos de vuelta. Sopla el viento de
cara según vas, de modo que volaremos a la vuelta…
Objetivo 30kmh de media, y pulsaciones en torno a 135ppm. No
me cuesta mantenerme en dichas pulsaciones y la velocidad media supera lo
previsto, así que aguanto así y a ver hasta cuando dura. Me cruzo con Iván que
ya vuelve, va apretando los dientes el animal, vamos que la bici también se la
está tomando de relax, ¿sabes?
Punto de giro, velocidad media 31kmh y doy la vuelta. Joer
qué bien, ahora con el viento de culo voy a despegar…
Acabo la primera vuelta sin apenas enterarme, como si fuera
de paseo. Voy comiendo y bebiendo según lo previsto, aunque el cóctel de 18
geles que me han ordenado tomar a sorbitos y que me ha de durar toda la bici es
una pasta infame, un sirope de puro azúcar terriblemente dulce. Quizá deberíamos haberlo probado antes, ¿no, querido entrenador?
No veo a mis supporters al final de esta primera vuelta,
deben estar desayunando, vaya paliza de día se van a pegar ellos también.
Velocidad media de la primera vuelta 32kmh. Joder, bueno, a
ver hasta cuando dura, tú vigila las pulsaciones, Fonseca.
Vamos a por la segunda. El viento de cara ahora es más
fuerte. Me sigo cruzando con Iván, que ya ni saluda, va dándolo todo, el
maricón. Llego a la mitad, km90 en 2h55. El objetivo está al alcance. Vuelta y
viento a favor, venga Dani, aprieta. Aquí ya los kilómetros empiezan a pesar,
aunque voy razonablemente bien, ni una sola vez he pasado de 140ppm, y no he
notado el picorcillo típico en los cuádriceps cuando vas forzando el ritmo.
Sigo con el autochequeo cada pocos kilómetros, y todas las señales dan
semáforito verde, vas bien Fonseca, vas bien. Segunda vuelta para la saca,
120km y sin noticias del señor del Mazo. Saludo a Ruth, Iker y Xilbi, no he
visto a Susana, debe estar por ahí de todas formas. Iker pregunta que qué tal,
y le digo que de puta madre, levantando el pulgar.
No puedo echar por la borda ahora una bici cuasi-perfecta
por arañar unos cuantos segundillos al crono, voy a ritmo de 5h55, así que
decido emplear esos 5 minutos de margen en vaciar vejiga, hidratarme bien en
los avituallamientos y soltar piernas en la medida de lo posible. Vuelvo a
acordarme de César en el km140, y me echo a llorar levemente. Son lágrimas de
pura emoción, porque me veo tan, tan bien, tan fuerte y tan fresco que no me
puedo creer cuan diferente es la situación con respecto al año pasado. Me
alucina ver como he mejorado, me reconforta darme cuenta que tanto sufrimiento
sobre la bici este año está viéndose recompensado. Tendrías que verme, César,
tendrías que verme…
Se hace duro llegar al punto de giro en el km150, pero ya
sólo queda “dejarse caer” los últimos 30kms y no forzar para nada. Voy a clavar
las 6h de bici presupuestadas en mi escenario realista-optimista. Increíble.
Locura de gritos de mis sufridos fans, que saltan y animan
como locos, qué alegría me da verlos así.
T2
Nueva transición que me tomo con toda la tranquilidad del
mundo. No me pesan demasiado las piernas, pero fresco obviamente tampoco voy.
Bebo iso e ingiero otro gel, al final no he podido terminarme el bote infame de
geles sobre la bici, quizá el estómago es lo primero que me va enviando señales
de “warning”…
CARRERA
Aquí empieza el Ironman de verdad. Salgo a correr al
cumplirse las 7h40 de mi carrera. Voy en objetivo sub13 más que de sobra y
quién sabe si incluso el sub12 está a mi alcance. Con una maratón de 4h20 lo
conseguiría, es más que asequible, pero ya veremos, me da que en el estómago
está la clave.
Primeros metros con sensaciones muy positivas, voy cubriendo
los kilómetros a ritmo de 5min/km y con mucha fuerza en las piernas. Ingiero
otro gel en el km4 y ahí empiezan los problemas. Cae a plomo y no me sienta
nada bien…oh…oh…
Toca otro gel en el 8 y este cae aún peor, decido que de
momento no voy a tomar más. Sigo corriendo entre avituallamientos y en estos aflojo
y trato de hidratarme mientras troto o camino rápido.
Hace mucho calor, a ver si el sol empieza a caer y nos da un
respiro.
Me cruzo con Iván, va volando, ya lleva la primera pulsera y
está a punto de obtener la segunda, puff, me saca unos 13km, más de una hora,
animalito.
Sigo corriendo todo el rato, menos en algún avituallamiento.
Acabo la primera vuelta y me dan la ansiada pulsera. El resto de la maratón
consiste en distraer la mente viendo cuántas pulseras lleva cada uno y si va
mejor o peor que yo.
En la segunda vuelta el tema nutrición va a peor, hasta el
km15 no consigo meter otro gel, y el líquido cada vez lo tolero peor. No puedo
beber Iso, me da náuseas, el agua igual. Sólo puedo beber pequeños sorbos de
Cocacola. Las cosas no pintan bien, Dani, y lo sabes. Para rematarlo doy una
patada al suelo y la uña del dedo gordo derecho noto que se despega, a tomar
por saco, otro Ironman que me puedo empezar a despedir de ella.
Empiezo a ir jodido de piernas, llego al km21 en 2h05. El
crono va bien, voy en tiempo, pero el estómago…mal asunto. Recibo la pulsera
roja, ya van dos, venga Dani. Le doy todos los geles que llevaba a Iker, ya no
los voy a necesitar, porque mi estómago no los va a tolerar.
Desde ahí ya no puedo ni comer ni beber. 20km así es
imposible aguantarlos Dani, vas a reventar tarde o temprano. Me mojo con agua
en los avituallamientos, trato de acercarme el vaso a los labios, pero las
náuseas son cada vez más frecuentes. Troto junto a uno del triatlón Iberia, que
según vamos charlando se pone a vomitar, pues estamos bien, tranqui colega que
yo no tardaré mucho en imitarte.
Me cruzo con Iván por última vez, viene llorando a lágrima
viva. No te dé vergüenza llorar Iván, es normal, y además libera. Le doy la
enhorabuena, va a hacer un tiempazo, calculo que poco más de 10h. ENHORABUENA
IVÁN, TE LO MERECES, le grito. Entre sollozos escucho un entrecortado Gra….cias…Da..ni…
Menudo crack.
Vuelvo a lo mío. En el km29 mi estómago dice basta, y se me
da la vuelta entera. Según intento beber un sorbo de agua el contenido de mi
estómago decide salir él solito, sin preguntar ni nada.
Bueno, he durado un kilómetro más que el año pasado, algo es
algo. Haciendo CaCos llego al final de la tercera. 3ª pulserita y vamos a ver
como sobrevivimos a la última.
Le doy las gafas de sol a Iker, ya es de noche y bromeo con
Iván, que ya me está animando, sobre sus lloros. Sonríe y se encoje de hombros.
Me dice que le eche cojones y que ya solo me queda una. Cumplo 11h justas desde
que salí.
Lamentablemente es imposible que haga la última vuelta en
una hora, habiendo vomitado y sin comer y ni beber nada desde el km22.
Ahora ya solo puedo andar rápido, aunque aún tengo fuerzas,
vacío, vacío del todo no estoy. Calculo 1h30 para esta última vuelta. Pues tío,
Dani, qué más quieres. Está de puta madre, Fonseca, ni un pero, ni un lloro, ni
un lamento. Vas a hacer una marca increíble, a pesar de todo.
Sigo haciendo CaCos, más Ca que Cos, pero bueno. En el km35
se me apaga el GPS, pues bueno, pues vale. En el km38 vomito de nuevo
repetidamente. Otro triatleta da la alarma y acuden de los servicios médicos y
de la Organización. Les digo que estoy bien, que me quedan 4kms y que no me voy
a morir, que me dejen en paz. El de la Organización ve que llevo 3 pulseras,
que ya termino y me dice “bueno, venga, vale, tira”.
Enfilo el paseo marítimo de vuelta por última vez, doy las
gracias por todo a los voluntarios de un puesto de avituallamiento y les
aplaudo. "Chapeau" a la Organización y al voluntariado, me ha encantado la prueba, pocos peros
puedo poner, más bien ninguno, sólo espero que mantengan el nivel en próximas ediciones, porque desde luego este FULL ICAN Gandía puede convertirse en una prueba de referencia en el calendario nacional en distancia Ironman. Los voluntarios me vitorean y hacen que me ponga a llorar, me giro y salgo
corriendo para evitarme otro mal rato de lloriqueos.
A falta de 3km camino junto a Marco, del Clavería. Resulta
que también conoce a Rafuky, Rafa Morán, del que ya he hablado en alguna
ocasión. Caminamos juntos 2km y así se hace más amena la recta final. A falta
de 1km él decide volver a correr, pero pincha y soy yo el que finalmente me
armo de valor y afronto los 800m últimos al trote. Iker me está esperando en una
esquina. Normal, con los vómitos y la flojera me he demorado más de lo previsto y ha salido a buscarme preocupado.
Iker corre a mi lado y abordamos la contra-recta de meta,
con mucho público gritando, jaleando y aplaudiendo. Me pongo a llorar. Le digo
a Iker que avise a Ruth para entrar juntos ella y yo en meta. Recibo mi última
pulsera y grito de alegría.
Cojo a Ruth de la mano y afrontamos los últimos metros
juntos. Cruzo (cruzamos) el arco en 12:22:14. Ruth me levanta los brazos en
señal de victoria. Lloro a rabiar.
“Si se cree, y se
trabaja, SE PUEDE” (Diego Pablo Simeone)
NOTA: Reflexiones,
conclusiones y valoración final de mi participación en la prueba en un próximo
post.
No hay comentarios:
Publicar un comentario