lunes, 18 de abril de 2016

ROAD TO LANZAROTE 2016 (SEMANA 18/23): TRIATLÓN DE ELCHE - ARENALES 113

"Competiciones tempranas".

Me hace gracia la terminología que emplea Maribel para referirse a las pruebas previas a la “prueba reina”.

Arenales 113 – Triatlón de Elche era una de las competiciones tempranas. La anterior fue el Du LD de Orihuela.

Muchos interrogantes y muchas cuentas pendientes tenía en este triatlón. Respecto a los interrogantes, pues lo típico:

¿Habré entrenado bien? ¿Se reflejará en el resultado? ¿Quedarán atrás los “fantasmas del pasado” en el agua o en la carrera a pie? ¿La consistencia en bici de las últimas semanas se plasmará de nuevo aquí?

Y cuentas pendientes. La principal, y en línea con las dudas expresadas anteriormente, era conmigo mismo. Ser capaz de repetir la buena carrera, en términos generales, que hice el año pasado. Ese era el objetivo. Hacer una buena carrera, de principio a fin, grabarme a fuego las palabras de Maribel, NO DESCONECTAR. Así, a lo tonto, Maribel en las reuniones mensuales del grupo de entreno de Lanzarote va dejando caer “sus cositas”, pequeños consejos que pueden pasar desapercibidos, pero uno que es un tío listo y ha “estudiao” en un colegio de pago, va memorizando cada una de esas “cositas”, tratando de aplicarlas posteriormente.

NO DESCONECTAR. Pues sí, es una de mis cuentas pendientes. Sobre todo en larga distancia, yo no sé si es porque me aburro o qué, pero llega un momento en cada sector en el que me dejo llevar y bien me desvío nadando, o bajo el ritmo en bici o hago lo propio en carrera. NO DESCONECTAR, Dani grabátelo.

El resto de cuentas pendientes era con rivales/amigos. Sigo manteniendo que este año paso de “piques” y tonterías que tan mal me vinieron la temporada pasada. Sí, sigo el “rollo” y el cachondeo con unos y con otros, pero no me lo tomo en serio.

Pero sí hubo una cosa que me tocó la moral, por no decir otra parte de mi cuerpo un poco más abajo. Recibo un mensaje de Fleki, compi de mi exclub, el triatlón La Sagra:

“En el club se están haciendo apuestas de que te ganan todos en Arenales. No te respetan”.

Hasta ahí podíamos llegar.

Así que si necesitaba una motivación para NO DESCONECTAR, aquí la tenía…

Alberto “el Cojo” ya no es del club y no cuenta, aunque éste me gana sí o sí, este es de los buenos. Marcos…sí, lo más seguro es que me gane. Pablo, nadando voy mejor, en bici yo creo que por ahí andamos, en carrera va mejor él pero…tiene problemas con la hidratación y los calambres. Tendrá que currárselo. Alberto III, yo creo que no, si nado bien le caerán unos buenos minutos, mucho ha tenido que mejorar este año. En bici tampoco creo que me saque tiempo y corriendo, pese a que tiene mejores marcas, también es de los “novatos” y ya sufrió de calambres en el HALF de Gandía. Nada, éste “palma”. Aunque no hay que confiarse.

Elche y su playa de los Arenales del Sol nos recibe con un fin de semana fantástico…pero con mucho calor. Nada más llegar al hotel el día anterior a la prueba salgo a trotar un poco a eso de las 12 de la mañana y...tela marinera lo que pega el amigo Lorenzo.

Quedo con Pardo y Gaspar, que también se alojan en el mismo hotel y vamos a recoger los dorsales. Allí me iré encontrando con el resto de amiguetes y rivales, Iván, los TriSagras, a ver a quien veo del TriRozas, etc.

La jornada es un “deja vù” del año pasado, recoger los dorsales y resto de zarandajas por cada una de las carpas, firmar el “compromiso anti-doping”, pasear por los puestos, tomar algo en el único chiringuito de la zona, igual-igual a lo que hicimos el año pasado. Cuando nos retiramos a cenar y descansar aparecen Eneko Llanos y su mujer Ruth Brito, con los que nos hacemos una foto.



 Iván, por supuesto, aprovecha para vacilar a Eneko un poco:

“Ten cuidado con los de Toledo, son peligrosos”.

El otro le sigue la corriente, “tranquilo, les tengo localizados”.

Descanso esa noche bien, nada de nervios, duermo del tirón algo más de 6 horitas. Estupendo.

Preparo todo y poco antes de las 7:30 de la mañana estamos ya en los Arenales del Sol. Poco viento y calor, buen día para hacer un triatlón (bueno, algo menos de calor tampoco estaría mal, ¿eh?)

En el box, como en cada triatlón, coloco todo con rapidez y aprovecho para saludar a un montón de amiguetes, otra manera de ir soltando nervios entre risitas y abrazos. Al final me pilla el toro y Ruth me avisa, venga, déjate de marear y ponte el neopreno, que todo el mundo va para la playa.

La Guardia Civil no ha dado el OK final y vamos con retraso, así que aprovecho para solucionar a última hora un problemilla de mi GPS, con la inestimable ayuda de Javi Pardo.

Con más de 15 minutos de retraso van saliendo los diferentes grupos. Los “viejóvenes” de 40-44 salimos en penúltimo lugar. En mi salida quedamos Iván, Javi Pardo, Pablo y una servidora. El resto todos por delante excepto Alberto III, que sale en el último grupo.

NATACIÓN

A tope, sin guardarme nada y sin desviarme. ¿Fácil, no?

Me coloco en primera fila, junto a Iván. Bocinazo y ya estamos chapoteando, corriendo por la playa en dirección a la primera boya. Cuando me lanzo al agua a bracear furioso me doy cuenta de que voy liderando el grupo. Mejor, así menos pelea tengo.

Pronto empiezan a rebasarme por la derecha, localizo a Iván y trato de ponerme a sus pies. Así sigo hasta la 1ª boya, en la que hay algo de lío y le pierdo.

Al girar a derechas pierdo un poco la referencia de los que nadan a mi izquierda (respiro por ese lado), he de corregir un poco la trazada porque estoy nadando solo y ese no es el camino. Levanto la cabeza y visualizo la 2ª boya. Yo creo que no voy mal, pero me digo que si todos van nadando juntos y yo voy solo, el que lo está haciendo mal soy yo.

No me cuesta mucho incorporarme a otro grupito, y comenzamos ya a rebasar a competidores de tandas anteriores, con el gorro azul oscuro, incluso alguno de otro color. Voy con ritmo constante y muy concentrado, estira, agarra agua Dani, empuja con fuerza hacia atrás, estira, agarra, empuja…

Al llegar a la segunda boya rápido vistazo al GPS, 24:00. ¿Qué habrá hasta la playa, 500m? Venga, dale.

Vuelvo a desviarme hacia la derecha, esta vez empujado por las corrientes. Último sprint y me incorporo, 31:50 al pisar tierra. Joder, de puta madre.

Piso alfombra del chip en 32:24. Bien, venga, más de 1 minuto y medio mejor que el año pasado.

Susana gritando “VAAAAMOS DANIIII”.

Ruth me acompaña por fuera de la valla de boxes mientras busco mi bicicleta. Veo a Joserra, híper-congestionado mientras agarra su bici y se dispone a salir. Joserra se rompió la clavícula hace 2 meses en un training camp en Lanzarote. Y aquí le tienes, qué huevos tiene, el tío.

Vuelvo a lo mío.

“Muy bien, ¿no?”, pregunta Ruth.

Genial, le digo, y sonrío mientras me apresuro a soltar del todo el neopreno. Se me atasca un calcetín al ponérmelo. A tomar por saco, sin calcetines, venga.

Rápida transición para lo que son mis estándares.

BICI

Nos recibe el mismo cuestón del año pasado. Las piernas frías, pican horrores e incluso amenazan con acalambrarse. Ruido masivo de cambios de bicicletas buscando subir piñones. Yo he sido previsor y voy con todo metido desde la curva anterior.

Primeros kilómetros con cierta calma aunque voy rebasando a mucha gente. Recuerdo que los primeros 10-15km el año pasado eran sobre asfalto “regulero”, algo bacheado y simplemente voy tratando de coger ritmo.

Al llegar a la autovía, la CV-86, desato todos los caballos. APUTOTOPE, Dani.

A saco, sin guardarme nada. Sopla el viento más que el año pasado, pero ahora mismo lo tenemos a favor, así que aprovecha, Fonseca.

Son kilómetros salvajes, el velocímetro siempre por encima de 45-50kmh, y tengo estar muy concentrado para no olvidarme de comer y beber.

Llevo 4 geles disueltos, más otros 2 extras en los bolsillos, así como un puñado de pasas. Disciplinadamente voy pegando traguitos al bote de geles, cogiendo botellas de agua en los avituallamientos a las que doy un breve sorbo, tirándome el resto del contenido sobre las piernas, y hala, venga, a seguir dando pedales.

A la vuelta por la misma autovía, ya sopla el viento de lado y ligeramente en contra, empiezo a rebasar a gente conocida.

Paso a Kuri Moya, una veinteañera con la que coincidí en el ICAN Gandía en 2014, está buscando clasificarse para Kona en Lanzarote, donde también coincidiremos, claro. Después rebaso a Amaya y Nieves, así como al marido de Amaya, Alberto, todos del TriRozas.

Enfilamos ya la subida a Alenda y el viento sopla fuertemente en contra. Aquí es el único momento donde decido no empujar a tope, busco mi ritmo y mucha cadencia, y me da igual que me rebasen decenas de rivales, esta no es mi guerra.

Me cruzo con Alberto, “el Cojo”, este año en las filas del Ecosport Alcobendas, aunque sorprendentemente sigue luciendo los colores del triatlón La Sagra. Al poco localizo a Iván, juraría que nos hemos cruzado en el mismo sitio que el año pasado, lo cual me anima. O él va regular o yo voy muy bien, bueno, lo que sea, venga Dani, sigue.

Giro de 180 grados, y 30 kilómetros hasta la T2 eminentemente cuesta abajo.

Al poco de girar veo que viene Pablo. Mierda, apenas 2 minutos le saco, creo. Empuja Dani que éste corre.

Aprieto los dientes con rabia y me lanzo como un loco hacia abajo. Me pego incluso un par de sustos, con mi BeBe agitándose nerviosa en un par de curvas.

30 kilómetros salvajes, adelantando a todo Cristo, en el tramo final por el aeropuerto la gente ya va frita y yo sigo apretando. El viento sopla con mucha fuerza ya, pero yo trato de esconder mi cabezón todo lo que puedo tras el acople del manillar.

Sólo en la última subida a los Arenales decido soltar. El trabajo ya está hecho, 20 ó 30 segundos ahora no me van a servir de mucho, y el consiguiente calentón de piernas si aprieto lo puedo pagar caro.

Desmonto en 2:34:55, aproximadamente el mismo tiempo del año pasado, en condiciones de viento mucho más duras. Perfecto, pienso.

CARRERA

Llevo el pie ensangrentado, al ir sin calcetines la arena de playa que no me he limpiado correctamente me ha “lijado” literalmente uno de los dedos del pie derecho. Espero que no me pase factura.

Ruth se asusta al ver la sangre. Tranquila, no es nada, digo poco convencido.

Chequeo general de piernas rápido. Todo OK, buenas sensaciones.

Salgo por el paseo a 4:30s, dónde voy, me digo. En la bajada hacia el pinar incluso me acerco a 4:00/km.

Momento de aflojar y echar una meadita para calmar mis ímpetus.

Me cruzo con Rafuky. Con el rollo de las diferentes salidas no tengo ni idea de cómo vamos. Calculo que salió unos 10 minutos antes que yo, pero vaya usted a saber, nada, yo a lo mío.

Me cruzo con Pardo. Este sí salió conmigo. Joder, pues le saco una minutada. Eso me anima y sigo empujando. Ni rastro de Pablo.

Al poco, un competidor me abronca, al rebasarle:

“No saluda usted, señor Fonseca”.

Me giro y es Iñigo Carrillo, del triRozas. Buff, va frito, y su especialidad se supone que es la carrera a pie.

¿Qué pasa Íñigo, vas jodido?

“Fatal”.

Venga tío, ánimo.

Mala cara lleva, se le va a hacer eterno el sector, me temo.




Tramo de dunas sin novedad, a ritmito y enfilo hacia las escaleras. Primer tramo corriendo, el segundo tramo lo intento y acabo por caminar poco antes del cuestón de las narices. Con el corazón desbocado tiro para abajo hacia la segunda vuelta.

Si al principio del sector pensaba que podía bajar de 5 horas, ahora ya veo que va a estar difícil. Como el año pasado, las malditas escaleras me han cortado todo el ritmo y dejado mi barra de energía bajo mínimos. Las sensaciones en esta segunda vuelta ya no son tan buenas. Aún así, mejoro el tiempo del año pasado, seguro. Pues venga, Dani, a por ello.

Sigo sin localizar a Pablo, tampoco sé nada de Marcos. Sí me he cruzado con Alberto III, va muy por detrás y va frito, éste ya está en el bote.

Rafuky, Manu Pascual, Javi, Joserra, “Nievesonrisas”, Amaya, que no sonríe tanto, Iván…me voy cruzando con un montón de gente y nos vamos dando ánimos.

Ruth va preguntando que qué tal…bien, bien, (qué te voy a decir, querida).

También me anima mucho Ángel Medina, que ha venido de supporter, “vamos Fonseca, que te veo de puta madre, venga, sigue así”. Sonrío forzadamente y vuelvo a por las p… escaleras.


La media vuelta final se me hace eteeeeeeeerna, en el tramo de dunas ya voy clavado. Me digo que al final de la pasarela que conduce al paseo giraré la cabeza por última vez y si no viene nadie…

…joder, aquí está Javi Pardo. Mierda.

“Vamos Dani que ya te tengo”.

Suputamadre.

Me rebasa a escasos 400 metros de meta. Trato de seguirle pero qué va, ni de coña.

Meneo la cabeza, sonrío, me subo la cremallera del top, coloco las gafas encima de la visera y enfilo recta de meta cerrando el puño.


5h06min. Cinco minutos menos que el año pasado. Mejorando el agua y la carrera a pie, misma bici en peores condiciones.

Menudo carrerón que me he marcado. Muy, muy contento.

Me abrazo con Pardo. Cabrón.

Veo a Marcos. Escasos 40 segundos me ha sacado. Bien.

Pablo y Alberto III “han caído”. Bien.

Tengo sed. Tengo hambre.

Tengo una sonrisa de satisfacción que flipas.

Bien.

Para finalizar, los números de la semana:

Sesiones
Distancia
Tiempo
Natación
0
-
-
Bici
2
69km
2:20
Carrera
2
15km
1:15
Gym
0
-
-
Triatlón
1
HALF
5:06

domingo, 10 de abril de 2016

ROAD TO LANZAROTE 2016: SEMANA 17/23


Como siempre se me acumula el trabajo, no tiene uno bastante con sus quehaceres laborales cotidianos y además hay que sumarle una cada vez más fuerte carga de entrenamientos. A falta de escasas semanas para la gran cita supongo que es lo que toca. Ya no sé ni de dónde rascar horas para entrenar, como para encontrar un hueco para escribir en el blog.

En fin, que es lo que toca, aquí se viene ya “llorao”. Vamos al lío.

De la semana 17 poco que decir. Una semana “aseadita” en todas las disciplinas, apurando el estado de forma de cara a Arenales 113. Tres sesiones de cada disciplina + 1 día de trabajo de fuerza, pues bien, sin novedad.

¿Lo mejor de esta semana? Pues que el Atleti se cargó al Barça en la Champions, qué duda cabe…


 

Pero si insistís, a nivel de entrenamientos destacaré de las sesiones de natación de esa semana, lo que Maribel llama “entrenamiento de confianza”. No deja de ser un entrenamiento en el que simulas la distancia e intensidad de uno de los sectores del día de la prueba. Ya puede ser nadar 1.900m seguidos “a fuego”, como hice yo, o, hablando de distancia Ironman, hacer lo propio con 3.800/4.000m, o 180km en bicicleta o 30-35km de carrera a pie. Corriendo nos tiene prohibido, por razones obvias, acercarnos a la distancia de carrera. Nadie entrena un maratón corriendo un maratón. El agua y la bici son cosas distintas, menos traumáticas a nivel muscular y de articulaciones.

El caso es que me puse el neopreno en la piscina un buen día, calenté un poco y luego me lancé a bracear con todas mis fuerzas, intentando ser homogéneo en todos los largos, sin desfondarme en los primeros metros.

30:03 me salió. Bastante bien, más de 2 minutos de mejora frente a simulacros similares y/o competiciones sobre la distancia.

Me dio MUCHA confianza, que era precisamente lo que buscaba.

Y eso os cuento sobre esta semana, la previa al triatlón de Elche – Arenales 113. Acabo con los números:

 
Sesiones
Distancia
Tiempo
Natación
3
7.500m
2:24
Bici
3
171km
5:48
Carrera
3
32km
2:33
Gym
1
-
0:45

 

domingo, 3 de abril de 2016

ROAD TO LANZAROTE 2016: SEMANA 16/23

Segunda semana de este duro bloque pre-Arenales y llego al domingo fundido, señora.

Fundido pero feliz, de nuevo he conseguido cumplir el plan "eminentemente", recortando algunos metrillos en natación, y fumándome conscientemente una sesión de 2h de bici el viernes. Con la amenaza de lluvia prevista para el domingo (acertaron), decidí mover la bici del domingo al sábado, y algo me decía que si quería darme caña ese día lo mejor era no forzar saliendo en bici también el viernes anterior. A cambio metí una sesión extra de trabajo de fuerza con mi amigo Shaun T. y su maldito Insanity.

Vaya tela la salida en bici de ayer sábado. Acordamos Javi Pardo y yo salir posiblemente los dos solos y hacer una tirada bien larga, eso sí, en plan tranquilo. Ni salimos solos ni fue tranquila, por supuesto. De repente me vi en el medio de una grupeta de 10 bestias que me llevaron a 35kmh de media hasta Aldea del Fresno. En Aldea parte del grupo se rompe y me quedo con Gaspar, Pardo y Pacoman (gran tipo, no le conocía de antes), los cuatro jinetes del "apocalechesenvinagre".

Ahí empezaba la parte dura de la ruta, un no parar de subidas de 3a y 4a categoría, con sus correspondientes bajadas, hasta completar unos 140km.

Cabrones, me llevaron con el gancho más de 4h y media, aunque aguanté suficientemente bien de puro macho que soy, no más.


Aragorn, hijo de Arathorn (de fosforito),junto con Merry, Pippin y Sam

Buena tunda y buenas sensaciones, pese al palizón. Como bien dice Pardo estos calentones nos vienen de lujo de cara a Lanzarote.

Del resto de la semana, y yendo hacia atrás en el tiempo nos encontramos el jueves con mi primer "ladrillo" serio, "ride&run", esto es, bici + carrera en plan fuerte. En la bici me acompañó Rober que parece que vuelve por la senda del deporte, tras haberse abandonado...yo diría que más de 2 años. Le sobra algún kilillo, pero fuerza en la piernas tiene, el tío. Dejé a Rober tras pegarnos un buen calentón luchando contra un viento infernal y, acto seguido, salí a correr "a ritmo" con sensaciones inmejorables, metiendo minutos de buen fartlek a ritmos interesantes. Pinta bien.

Seguimos hacia atrás en el tiempo y el espacio y llegamos a la Ciudad Condal, donde pasé el martes y el miércoles de esta semana. El martes noche contacto con Jordi Olivella y Ángel Mancebo, los amiguetes barceloneses que hicimos Iván y yo en el half de Medina de Rioseco. Acordamos nadar un poco y luego irnos de cena los tres. Gran entreno y mejor post-entreno, súper cena con muchas risas y estupenda conversación tri-monotema, con alguna mención a la concurrencia femenina presente en el restaurante, claro está.



Mencionar también que allí, en las flamantes piscinas Picornell del Anillo Olímpico, aproveché para estrenar el, a mi parecer, chulísimo bañador que nos regalaron en el campeonato de España de duatlón LD de Orihuela. Y tú te preguntarás...¿y te regalan un bañador en una prueba en la que no se nada?. Pues sí, cosas de Ximo, el organizador.


El entreno en las Picornell me sirvió nuevamente para corroborar que el día que nade recto en aguas abiertas lo voy a petar. Jordi, con el que coincidiré en Lanzarote, no era capaz de seguirme, y no hace malos tiempos en los 3.800m del Ironman. Joder Dani, coño ya, ponte las pilas y vamos a nadar como sabemos, ya está bien de dejarnos minutos estúpidos en el agua. He decidido, condiciones del agua el día de la prueba mediante, que si nado en más de 1h05 en Lanzarote y/o Vitoria, me voy a pillar un cabreo de mil demonios. Luego ya la bici y la carrera será otra cosa, pero en el agua tengo que ir a saco, total es un calentón de una horita, algo totalmente asumible.

Y hasta aquí la crónica de otra buena semana, os dejo con los números finales, mientras trato de descansar algo mañana lunes y coger fuerzas para la 3a (y última) "semana de impacto" pre-Arenales 113.

   Sesiones    Distancia    Tiempo
Natación           3         7.500m       2:41
Bici          3          195km       6:34
Carrera          3            31km       2:31
Gym          2           -       1:45
¿Aguantaré el tirón otra semana más? Eso espero, no me queda otra.