Me hace gracia la terminología que emplea Maribel para referirse a las pruebas previas a la “prueba reina”.
Arenales 113 – Triatlón de Elche era una de las
competiciones tempranas. La anterior fue el Du LD de Orihuela.
Muchos interrogantes y muchas cuentas pendientes tenía en
este triatlón. Respecto a los interrogantes, pues lo típico:
¿Habré entrenado bien? ¿Se reflejará en el resultado?
¿Quedarán atrás los “fantasmas del pasado” en el agua o en la carrera a pie? ¿La
consistencia en bici de las últimas semanas se plasmará de nuevo aquí?
Y cuentas pendientes. La principal, y en línea con las dudas
expresadas anteriormente, era conmigo mismo. Ser capaz de repetir la buena
carrera, en términos generales, que hice el año pasado. Ese era el objetivo.
Hacer una buena carrera, de principio a fin, grabarme a fuego las palabras de
Maribel, NO DESCONECTAR. Así, a lo tonto, Maribel en las reuniones mensuales
del grupo de entreno de Lanzarote va dejando caer “sus cositas”, pequeños
consejos que pueden pasar desapercibidos, pero uno que es un tío listo y ha “estudiao”
en un colegio de pago, va memorizando cada una de esas “cositas”, tratando de
aplicarlas posteriormente.
NO DESCONECTAR. Pues sí, es una de mis cuentas pendientes.
Sobre todo en larga distancia, yo no sé si es porque me aburro o qué, pero
llega un momento en cada sector en el que me dejo llevar y bien me desvío
nadando, o bajo el ritmo en bici o hago lo propio en carrera. NO DESCONECTAR,
Dani grabátelo.
El resto de cuentas pendientes era con rivales/amigos. Sigo
manteniendo que este año paso de “piques” y tonterías que tan mal me vinieron
la temporada pasada. Sí, sigo el “rollo” y el cachondeo con unos y con otros,
pero no me lo tomo en serio.
Pero sí hubo una cosa que me tocó la moral, por no decir
otra parte de mi cuerpo un poco más abajo. Recibo un mensaje de Fleki, compi de
mi exclub, el triatlón La Sagra:
“En el club se están haciendo apuestas de que te ganan todos
en Arenales. No te respetan”.
Hasta ahí podíamos llegar.
Así que si necesitaba una motivación para NO DESCONECTAR,
aquí la tenía…
Alberto “el Cojo” ya no es del club y no cuenta, aunque éste
me gana sí o sí, este es de los buenos. Marcos…sí, lo más seguro es que me
gane. Pablo, nadando voy mejor, en bici yo creo que por ahí andamos, en carrera
va mejor él pero…tiene problemas con la hidratación y los calambres. Tendrá que
currárselo. Alberto III, yo creo que no, si nado bien le caerán unos buenos
minutos, mucho ha tenido que mejorar este año. En bici tampoco creo que me
saque tiempo y corriendo, pese a que tiene mejores marcas, también es de los “novatos”
y ya sufrió de calambres en el HALF de Gandía. Nada, éste “palma”. Aunque no
hay que confiarse.
Elche y su playa de los Arenales del Sol nos recibe con un
fin de semana fantástico…pero con mucho calor. Nada más llegar al hotel el día
anterior a la prueba salgo a trotar un poco a eso de las 12 de la mañana y...tela
marinera lo que pega el amigo Lorenzo.
Quedo con Pardo y Gaspar, que también se alojan en el mismo
hotel y vamos a recoger los dorsales. Allí me iré encontrando con el resto de
amiguetes y rivales, Iván, los TriSagras, a ver a quien veo del TriRozas, etc.
La jornada es un “deja vù” del año pasado, recoger los
dorsales y resto de zarandajas por cada una de las carpas, firmar el “compromiso
anti-doping”, pasear por los puestos, tomar algo en el único chiringuito de la
zona, igual-igual a lo que hicimos el año pasado. Cuando nos retiramos a cenar
y descansar aparecen Eneko Llanos y su mujer Ruth Brito, con los que nos hacemos
una foto.
Iván, por supuesto,
aprovecha para vacilar a Eneko un poco:
“Ten cuidado con los de Toledo, son peligrosos”.
El otro le sigue la corriente, “tranquilo, les tengo localizados”.
Descanso esa noche bien, nada de nervios, duermo del tirón
algo más de 6 horitas. Estupendo.
Preparo todo y poco antes de las 7:30 de la mañana estamos
ya en los Arenales del Sol. Poco viento y calor, buen día para hacer un
triatlón (bueno, algo menos de calor tampoco estaría mal, ¿eh?)
En el box, como en cada triatlón, coloco todo con rapidez y
aprovecho para saludar a un montón de amiguetes, otra manera de ir soltando
nervios entre risitas y abrazos. Al final me pilla el toro y Ruth me avisa,
venga, déjate de marear y ponte el neopreno, que todo el mundo va para la
playa.
La Guardia Civil no ha dado el OK final y vamos con retraso,
así que aprovecho para solucionar a última hora un problemilla de mi GPS, con
la inestimable ayuda de Javi Pardo.
Con más de 15 minutos de retraso van saliendo los diferentes
grupos. Los “viejóvenes” de 40-44 salimos en penúltimo lugar. En mi salida
quedamos Iván, Javi Pardo, Pablo y una servidora. El resto todos por delante
excepto Alberto III, que sale en el último grupo.
NATACIÓN
A tope, sin guardarme nada y sin desviarme. ¿Fácil, no?
Me coloco en primera fila, junto a Iván. Bocinazo y ya
estamos chapoteando, corriendo por la playa en dirección a la primera boya.
Cuando me lanzo al agua a bracear furioso me doy cuenta de que voy liderando el
grupo. Mejor, así menos pelea tengo.
Pronto empiezan a rebasarme por la derecha, localizo a Iván
y trato de ponerme a sus pies. Así sigo hasta la 1ª boya, en la que hay algo de
lío y le pierdo.
Al girar a derechas pierdo un poco la referencia de los que
nadan a mi izquierda (respiro por ese lado), he de corregir un poco la trazada
porque estoy nadando solo y ese no es el camino. Levanto la cabeza y visualizo
la 2ª boya. Yo creo que no voy mal, pero me digo que si todos van nadando juntos
y yo voy solo, el que lo está haciendo mal soy yo.
No me cuesta mucho incorporarme a otro grupito, y comenzamos
ya a rebasar a competidores de tandas anteriores, con el gorro azul oscuro,
incluso alguno de otro color. Voy con ritmo constante y muy concentrado,
estira, agarra agua Dani, empuja con fuerza hacia atrás, estira, agarra, empuja…
Al llegar a la segunda boya rápido vistazo al GPS, 24:00. ¿Qué
habrá hasta la playa, 500m? Venga, dale.
Vuelvo a desviarme hacia la derecha, esta vez empujado por las
corrientes. Último sprint y me incorporo, 31:50 al pisar tierra. Joder, de puta
madre.
Piso alfombra del chip en 32:24. Bien, venga, más de 1
minuto y medio mejor que el año pasado.
Susana gritando “VAAAAMOS DANIIII”.
Ruth me acompaña por fuera de la valla de boxes mientras
busco mi bicicleta. Veo a Joserra, híper-congestionado mientras agarra su bici
y se dispone a salir. Joserra se rompió la clavícula hace 2 meses en un training
camp en Lanzarote. Y aquí le tienes, qué huevos tiene, el tío.
Vuelvo a lo mío.
“Muy bien, ¿no?”, pregunta Ruth.
Genial, le digo, y sonrío mientras me apresuro a soltar del
todo el neopreno. Se me atasca un calcetín al ponérmelo. A tomar por saco, sin
calcetines, venga.
Rápida transición para lo que son mis estándares.
BICI
Nos recibe el mismo cuestón del año pasado. Las piernas
frías, pican horrores e incluso amenazan con acalambrarse. Ruido masivo de
cambios de bicicletas buscando subir piñones. Yo he sido previsor y voy con
todo metido desde la curva anterior.
Primeros kilómetros con cierta calma aunque voy rebasando a
mucha gente. Recuerdo que los primeros 10-15km el año pasado eran sobre asfalto
“regulero”, algo bacheado y simplemente voy tratando de coger ritmo.
Al llegar a la autovía, la CV-86, desato todos los caballos.
APUTOTOPE, Dani.
A saco, sin guardarme nada. Sopla el viento más que el año
pasado, pero ahora mismo lo tenemos a favor, así que aprovecha, Fonseca.
Son kilómetros salvajes, el velocímetro siempre por encima
de 45-50kmh, y tengo estar muy concentrado para no olvidarme de comer y beber.
Llevo 4 geles disueltos, más otros 2 extras en los bolsillos,
así como un puñado de pasas. Disciplinadamente voy pegando traguitos al bote de
geles, cogiendo botellas de agua en los avituallamientos a las que doy un breve
sorbo, tirándome el resto del contenido sobre las piernas, y hala, venga, a
seguir dando pedales.
A la vuelta por la misma autovía, ya sopla el viento de lado
y ligeramente en contra, empiezo a rebasar a gente conocida.
Paso a Kuri Moya, una veinteañera con la que coincidí en el
ICAN Gandía en 2014, está buscando clasificarse para Kona en Lanzarote, donde
también coincidiremos, claro. Después rebaso a Amaya y Nieves, así como al
marido de Amaya, Alberto, todos del TriRozas.
Enfilamos ya la subida a Alenda y el viento sopla
fuertemente en contra. Aquí es el único momento donde decido no empujar a tope,
busco mi ritmo y mucha cadencia, y me da igual que me rebasen decenas de
rivales, esta no es mi guerra.
Me cruzo con Alberto, “el Cojo”, este año en las filas del
Ecosport Alcobendas, aunque sorprendentemente sigue luciendo los colores del
triatlón La Sagra. Al poco localizo a Iván, juraría que nos hemos cruzado en el
mismo sitio que el año pasado, lo cual me anima. O él va regular o yo voy muy
bien, bueno, lo que sea, venga Dani, sigue.
Giro de 180 grados, y 30 kilómetros hasta la T2
eminentemente cuesta abajo.
Al poco de girar veo que viene Pablo. Mierda, apenas 2
minutos le saco, creo. Empuja Dani que éste corre.
Aprieto los dientes con rabia y me lanzo como un loco hacia
abajo. Me pego incluso un par de sustos, con mi BeBe agitándose nerviosa en un
par de curvas.
30 kilómetros salvajes, adelantando a todo Cristo, en el
tramo final por el aeropuerto la gente ya va frita y yo sigo apretando. El
viento sopla con mucha fuerza ya, pero yo trato de esconder mi cabezón todo lo
que puedo tras el acople del manillar.
Sólo en la última subida a los Arenales decido soltar. El
trabajo ya está hecho, 20 ó 30 segundos ahora no me van a servir de mucho, y el
consiguiente calentón de piernas si aprieto lo puedo pagar caro.
Desmonto en 2:34:55, aproximadamente el mismo tiempo del año
pasado, en condiciones de viento mucho más duras. Perfecto, pienso.
CARRERA
Llevo el pie ensangrentado, al ir sin calcetines la arena de
playa que no me he limpiado correctamente me ha “lijado” literalmente uno de
los dedos del pie derecho. Espero que no me pase factura.
Ruth se asusta al ver la sangre. Tranquila, no es nada, digo
poco convencido.
Chequeo general de piernas rápido. Todo OK, buenas
sensaciones.
Salgo por el paseo a 4:30s, dónde voy, me digo. En la bajada
hacia el pinar incluso me acerco a 4:00/km.
Momento de aflojar y echar una meadita para calmar mis ímpetus.
Me cruzo con Rafuky. Con el rollo de las diferentes salidas
no tengo ni idea de cómo vamos. Calculo que salió unos 10 minutos antes que yo,
pero vaya usted a saber, nada, yo a lo mío.
Me cruzo con Pardo. Este sí salió conmigo. Joder, pues le
saco una minutada. Eso me anima y sigo empujando. Ni rastro de Pablo.
Al poco, un competidor me abronca, al rebasarle:
“No saluda usted, señor Fonseca”.
Me giro y es Iñigo Carrillo, del triRozas. Buff, va frito, y
su especialidad se supone que es la carrera a pie.
¿Qué pasa Íñigo, vas jodido?
“Fatal”.
Venga tío, ánimo.
Mala cara lleva, se le va a hacer eterno el sector, me temo.
Tramo de dunas sin novedad, a ritmito y enfilo hacia las
escaleras. Primer tramo corriendo, el segundo tramo lo intento y acabo por caminar
poco antes del cuestón de las narices. Con el corazón desbocado tiro para
abajo hacia la segunda vuelta.
Si al principio del sector pensaba que podía bajar de 5
horas, ahora ya veo que va a estar difícil. Como el año pasado, las malditas
escaleras me han cortado todo el ritmo y dejado mi barra de energía bajo
mínimos. Las sensaciones en esta segunda vuelta ya no son tan buenas. Aún así,
mejoro el tiempo del año pasado, seguro. Pues venga, Dani, a por ello.
Sigo sin localizar a Pablo, tampoco sé nada de Marcos. Sí me
he cruzado con Alberto III, va muy por detrás y va frito, éste ya está en el
bote.
Rafuky, Manu Pascual, Javi, Joserra, “Nievesonrisas”, Amaya,
que no sonríe tanto, Iván…me voy cruzando con un montón de gente y nos vamos
dando ánimos.
Ruth va preguntando que qué tal…bien, bien, (qué te voy a
decir, querida).
También me anima mucho Ángel Medina, que ha venido de
supporter, “vamos Fonseca, que te veo de puta madre, venga, sigue así”. Sonrío forzadamente
y vuelvo a por las p… escaleras.
La media vuelta final se me hace eteeeeeeeerna, en el tramo
de dunas ya voy clavado. Me digo que al final de la pasarela que conduce al
paseo giraré la cabeza por última vez y si no viene nadie…
…joder, aquí está Javi Pardo. Mierda.
“Vamos Dani que ya te tengo”.
Suputamadre.
Me rebasa a escasos 400 metros de meta. Trato de seguirle
pero qué va, ni de coña.
Meneo la cabeza, sonrío, me subo la cremallera del top,
coloco las gafas encima de la visera y enfilo recta de meta cerrando el puño.
5h06min. Cinco minutos menos que el año pasado. Mejorando el
agua y la carrera a pie, misma bici en peores condiciones.
Menudo carrerón que me he marcado. Muy, muy contento.
Me abrazo con Pardo. Cabrón.
Veo a Marcos. Escasos 40 segundos me ha sacado. Bien.
Pablo y Alberto III “han caído”. Bien.
Tengo sed. Tengo hambre.
Tengo una sonrisa de satisfacción que flipas.
Bien.
Para finalizar, los números de la semana:
Sesiones
|
Distancia
|
Tiempo
|
|
Natación
|
0
|
-
|
-
|
Bici
|
2
|
69km
|
2:20
|
Carrera
|
2
|
15km
|
1:15
|
Gym
|
0
|
-
|
-
|
Triatlón
|
1
|
HALF
|
5:06
|