domingo, 25 de octubre de 2015

DUATLÓN CROSS DE ILLESCAS 2015


Un duatlón-cross al año no hace daño. Eso fue lo que me dije cuando decidí inscribirme a la prueba que los amigos de e3pd organizaban en Illescas.

Tras mi “dramático” debut en esta modalidad en Fuenlabrada el año pasado, donde sufrí como un perro y me ganó hasta mi abuela, no tenía nada claro que me apeteciera repetir la experiencia, pero bueno, había que amortizar la inversión que hice este verano en una mountain bike 29”, otro caprichito más que añadir a mi innumerable lista de aparejos triatléticos.

De modo que sí, que vale, que me apunto a Illescas y que sea lo que Dios quiera.

Estaba ya en pleno “modo maratón”, pero tanto mi entrenador como yo coincidíamos en que meter un poco de intensidad/agonía al planning tampoco me iba a venir mal del todo.

Sólo había una condición: Había que hacerlo A PUTO TOPE. Pues nada, a mandar.

En el calentamiento las sensaciones no eran nada buenas, me dolían el Aquiles y la rodilla. Iván se apiadaba de mí mientras trotábamos en el calentamiento…”pues sí que estás tú bien…”.

Pues sí, vaya tela.

Afortunadamente el calentamiento fue lo suficientemente largo como para que todo mi cuerpo entrara en calor y ya estuviera bien sudadito antes de empezar a sufrir. Buena temperatura, incluso calor para ser ya casi noviembre.

Me pregunta Asier que cómo iba a salir. A muerte Asier, a “4 bajos”. Niega con la cabeza, pero veo que no se despega de mí, Fleki se va para atrás y dice que ni de coña.



Pum y al lío. Primer kilómetro picando ligeramente hacia arriba, busco mi sitio en el grupo a la vez que trato de localizar a alguien que me sirva de referencia para fijar mi ritmo. Tengo a Marcos a la vista y me digo que hay que tratar de no perderle de vista, el primer parcial lo hago en 4:00min/km “clavao”, bien, no pienso mirar para atrás, de momento.

Tiramos para abajo por el arroyo del Cubo y ya noto el corazón en la garganta, las pulsaciones mejor ni mirarlas. Suelto un poco las piernas en la bajada, km.2 en 4:06, venga bien, seguimos que aún es terreno favorable.

El km. 3 cae en 4:02 y ahora empieza lo duro, el resto hasta el final del segmento es todo cuesta arriba. Aún aguanto bien el km.4, lo marco en 4:24 que sigue siendo ir muy rápido para el pedazo de rampón que hemos tenido que salvar, pero los 500m por dentro del parque se me hacen eternos, y eso que el terreno suaviza bastante. Entro en zona de transición en 19:20 para 4.56km, a un ritmo medio de 4:14/km. No está mal, y juro por el Cholo que lo he dado todo, no me he guardado nada para lo que aún queda.

Trato de recuperar el aliento mientras me preparo para coger la bici. Estoy bastante torpe y lento colocándome el casco, típico en mis transiciones, qué desastre.

Cojo mi flamante Orbea Alma, que se estrena en la “alta competición” y tiro “p’adelante”, veo a Kike que me anima en la zona de montaje.

De los rivales “conocidos”, que yo tenga controlados sólo Iván y Marcos van por delante. Bien.

El recorrido de bici es “pistero”, camino ancho y relativamente llano, sin apenas desnivel. Sólo en el arroyo del Cubo el terreno se estrecha, pero la cosa no tiene apenas dificultad. Es de ir “a plato” en todo momento. Menos cuando decido quitar el plato en una de las dos subidas del recorrido, haciendo caso a Tomás (quién me mandaría), y al volver a colocarlo se me sale la cadena por el exterior y ya lo hemos liado parda.

Mierda, joder. Paro a deshacer el destrozo, me cuesta horrores volver a colocar la maldita cadena y ahí pierdo unos 2 minutos preciosos.

Vuelvo a montar en la bici rabioso y alterado, las manos llenas de grasa, y sigo pedaleando con rabia.

Veo a Fran y luego a Pablo, que están como voluntarios. Pablo me anima y justo le escucho al pasar…¡vamos Asier!

Mierda, ya le tengo aquí.

Unos segundos después se pone Asier a mi altura. No lleva buena cara, y no me extraña, porque no hace ni una semana que ha terminando el ICAN Gandía, distancia Ironman. Me dice que va frito, que no le van las piernas, pero vamos, ahí le tengo, y despacio no vamos…

Me pide agua, va seco y dice que su isotónico es muy espeso. Pues nada, aquí tienes agua, y sí, ponte detrás de mí que ya te quito yo el aire…¿quieres que dé pedales por ti también, majete?

Así, con Asier chupando rueda a saco hago el resto del sector, poco antes del final “nos arrasan” Expo y Dani, que se han marcado un parcial de bici salvaje y van que dan miedo.

Asier y yo hacemos por seguirles y que no se escapen más de lo necesario antes de que comience el tramo de carrera a pie final, “corriendo nos los comemos”, me dice. Eso espero.

En los metros finales justo antes de la transición, el bueno de Asier aprieta para sacarme unos metros y entrar antes que yo. Ya no le pillaré, así me lo agradeces, Hijo de una Hiena.

Entro muerto a dejar la bici, voy lo siguiente a frito. Pero nuevamente lo he dado todo, 26kmh de media, parada técnica incluida, dan idea de que despacio no he ido…

Piernas duras como una roca, corazón desbocado, respiro profundamente mientras veo como Asier, Dani y Expo salen por delante de mí de la transición.

A los pocos metros ya me he comido a Expo y a Dani, pero Asier me ha cogido una distancia que veo difícil remontar. Trato de subir el ritmo pero ya voy con amagos de calambres. Nada, toca aguantar como sea y controlar mirando para atrás que no me pase nadie.

El kilómetro final es en dura subida y me revienta, llevo una cadencia de piernas y un ritmo de mierda, pero bueno, es lo que hay.

Veo al cuñado de Iván que me anima y me avisa de que me quedan apenas 300m, vistazo atrás, todo controlado y girando a la izquierda ya veo el arco de meta, junto cuando se me montan ambos cuádriceps y apenas puedo dar un paso.

Cruzo la meta en 1h18:32. Muerto, destrozado, aunque satisfecho.

Parcial del tercer sector a 4:37min/km, regular solo.

Choco manos con Asier, cuando lo que querría hacer es matarle, por aprovecharse de mí vilmente en la bici.

“Así son las carreras”, replica.

Lo sé Asier, no hay problema.

No he recuperado aún el aliento cuando llega Paco, Expo, Fleki, seguido de Luis…joer, pues no les he sacado tanto…

Menos mal, si me llegan a ganar tengo “cachondeíto” hasta 2017.

Van llegando el resto de amiguetes del tri La Sagra y toca comentar la jugada, ver como Iván y Ana suben al podio en sus respectivas categorías, hacernos unas fotitos y acordar el sitio para tomarnos unas bien merecidas cervezas.

 Alguno aún se está arrepintiendo de haber ingerido alguna de más y haberse comprometido a formalizar la inscripción en cierto Ironman muy famoso por el norte de España…aunque claro, eso es otra historia que desarrollaremos en un próximo post…

No hay comentarios:

Publicar un comentario