Pues resulta que empiezo a tener amigos que me llaman “freak”,
tanto los de fuera del mundillo del triatlón como los de dentro. De los
primeros me lo espero, lo normal, empiezas a usar terminología específica y te miran
raro. Pero es que también hay compañeros triatletas que me sueltan “qué te pasa
en la boca”. Y no, yo no tengo la culpa, los que ya tenemos unos años hemos
estado llamando a las cosas de una manera en la que todos nos entendíamos y
ahora van y me lo cambian. O a lo mejor siempre fue así, pero cuando yo estaba “al
otro lado” me refería a ciertas cosas con lenguaje más comprensible. Voy al
grano, mira que le gusta a la gente inventarse términos y “palabros” para
confundir al personal. Uno ha estado toda la vida intentando seguir un plan de
entrenamiento y de repente se encuentra de bruces con una “periodización”. Dios
mío, lo mismo me baja la regla, a mis años…
Y no todo queda ahí, resulta que tenemos la periodización
tradicional y la inversa. Pues que quiere que le diga, oiga, nos quedamos con
la tradicional, no tenemos ni pajolera idea ni de una ni de la otra, pero mejor
nos quedamos con la de siempre, la de toda la vida.
Bueno, pues ya tenemos el primer palabro, PERIODIZACIÓN,
vamos, el plan. Y la periodización, el plan, se divide en macrociclos,
mesociclos y microciclos. Aquí vienen otros tres palabros más, vamos con ellos:
MACROCICLO: Dícese del periodo tiempo gordo, gordo, desde
que empiezas a entrenar una temporada hasta tu objetivo/s principal/es. Vamos que si yo este año voy a
hacer por ejemplo el triatlón de Vitoria en julio y la maratón de Donosti a
finales de noviembre, pues podría dividir mi periodización en dos macrociclos,
uno más largo para Vitoria y otro más cortito para Donosti. Acabáramos.
MICROCICLO: Semanas. Pues coño, llamadlo semanas.
“No, es que un microciclo podría ser de una, dos o varias
semanas”.
Pues llamadlo conjunto de “X” semanas.
“Es que se llama microciclo…”
Pues a mí me gusta más semanas, y así nos entenderíamos
mejor y no pareceríamos gilipollas hablando ¿sabes?
MESOCICLO: Esto va a ser que se parece a mes. Pues sí, para
qué nos vamos a engañar, son meses. Pero los pedantes de los entrenadores
prefieren definirlo como el conjunto de microciclos con un objetivo similar, ya
sea crear una “base” de entrenamiento al principio o perseguir un objetivo “específico”,
como puede ser el desarrollo de la fuerza, la resistencia o la velocidad.
Vamos que yo le digo a mi madre que este microciclo estoy
trabajando la resistencia, que es lo que pretendo potenciar en este mesociclo y
pensará:
“el niño ha perdido definitivamente la cabeza”.
Pero si le digo “Mamá
que esta semana se trata de hacer esto para aguantar mucho, que es lo que llevo
haciendo todo el mes…”, seguro que me entiende mucho mejor.
Estoy por trasladar esta jerga a mi entorno laboral. Como
algunos saben (otros no, y lo descubrirán ahora), trabajo en Tecnologías de la
Información.
¿Ah, eres
informático?
Pues no, no lo soy.
Ya, ¿y qué haces?
Pues proyectos de implantación de un software ERP específico…
¿WTF?
Nada, que soy informático.
Llevo años intentando explicar a familiares y amigos a qué
me dedico. 15 años ya en esto, y aún no lo he conseguido. Mi madre se conforma
con saber que no vendo drogas, ni me prostituyo.
Volvamos a los microciclos, últimamente me he imaginado
diciéndole a mis clientes:
Pues en el conjunto del macrociclo de este proyecto, hemos
pensado dividir la entrega del producto en 6 mesociclos, de manera que yo creo
que tendrás una primera versión disponible dentro de 16 microciclos.
Si le suelto eso me echa a la puta calle al momento, fijo. Pensará, “¿pero
qué cojones dice este tarado?”
Y en eso estamos amiguetes, absorbidos por la vorágine de
microciclos, mesociclos y la madre que los parió. Resulta que pasé dos
mesociclos de BASE y ahora voy ya por el ESPECÍFICO 2. El ESPECÍFICO 1 ha sido
tela marinera, con unas palizas en bici de la muerte (como se nota que mi
entrenador viene del ciclismo, el “jodío”), pero estoy muy, muy contento. Creo
que estoy mejorando en bicicleta una pasada, incluso aguantando el ritmo de mis
queridos “Roselines” (C.C. Roselin) de Parla sin problemas.
Bueno, a ver, sin
problemas pero acabando medio muerto, en sendas palizas de 125km y 145km. Pero
hasta Fran ha tenido que reconocer mi mejoría, así que vamos por el buen
camino. En carrera también voy recuperando sensaciones, con mi archiconocida
dolencia en el Aquiles dándome un respiro. Menos peso está teniendo la natación
quizá, aunque no estoy preocupado, estaría incluso dispuesto a sacrificar algo
el agua para seguir mejorando sobre las dos ruedas, por ejemplo.
También le he cogido el gustillo a los “bricks” (tal cual,
ladrillo), dícese de la combinación de dos disciplinas, normalmente bici +
carrera. En este mes, perdón, mesociclo, hemos metido tres bricks, y cada vez
me siento mejor saliendo a correr tras soltar la bici con mis “jelly-piernas”,
mis piernas gelatina, esa horrible sensación de que te vas a caer de boca por
no controlar tus extremidades inferiores durante los primeros kilómetros, y que
luego afortunadamente desaparece (justo cuando aparece la fatiga, fíjate tú).
El brick del domingo pasado fue especialmente divertido, en compañía de Iván y Rob (www.fromrusttoironman.blogspot.com), sobre todo cuando le dije a este último al terminar la bici que yo ya iba cansado y que saldría a correr en torno a 5:00min/km. A los 2kms Rob, con su inconfundible acento “british” me avisa “Dani, no es por nada, pero vamos a 4:15min/km, ¿estás seguro de poder aguantar este ritmo?”. Sí, sí, no hay problema. A los 7km los calambres eran inevitables y me arrastré penosamente hasta completar los 9kms previstos. Si es que Dani, no aprendes, hijo.
El brick del domingo pasado fue especialmente divertido, en compañía de Iván y Rob (www.fromrusttoironman.blogspot.com), sobre todo cuando le dije a este último al terminar la bici que yo ya iba cansado y que saldría a correr en torno a 5:00min/km. A los 2kms Rob, con su inconfundible acento “british” me avisa “Dani, no es por nada, pero vamos a 4:15min/km, ¿estás seguro de poder aguantar este ritmo?”. Sí, sí, no hay problema. A los 7km los calambres eran inevitables y me arrastré penosamente hasta completar los 9kms previstos. Si es que Dani, no aprendes, hijo.
Pero estoy contento. Progreso adecuadamente, que diríamos
los de la EGB.
Y eso es básicamente lo que os tenía que contar, queridos
lectores.
¿Oye y lo de las cintas de vídeo?
Ah, sí. No tiene nada que ver, pero es que no se me ocurría
otra forma de meter en el título algo relacionado con los vídeos que he subido
a Youtube sobre mi “hazaña” en el FULL ICAN de Gandía del 2014.
No sé si es una hazaña, pero sí es mi hazaña, y cada vez que
revisito los vídeos no puedo evitar emocionarme.
Vamos con los vídeos.
El primero, grabación de escasos segundos afrontando los
400m últimos de la prueba. Pasillo de espectadores y “mi gente” animándome y
dándome el último empujón. Increíble.
El segundo, 6 minutos de imágenes que resumen un día
inolvidable, con una banda sonora que personaliza mi estado de ánimo actual.
FOREVER YOUNG. Así, sin más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario