Se acabaron las vacaciones, esas fechas en las que se supone
que uno debe descansar y que en mi caso han servido muy al contrario para
intensificar mi entrenamiento pre-IM y acabar totalmente agotado, aunque sarna
con gusto no pica, dicen…
Las algo más de tres semanas de vacaciones las he pasado
mitad en Madrid, mitad en Donostia-San Sebastián, dale qué te pego al agua, a
la bici y desgastando zapatillas.
De mi etapa en Madrid a destacar la salida en bici que hice
de 135km, con tres señores puertos de montaña de por medio, Navacerrada,
Navafría y Canencia, en la que agarré un “pajarón” de campeonato en los últimos
kilómetros y tuve que abortar y bajarme de la bici cuando únicamente nos
quedaban 5km para llegar a meta. Pero juro por “Diorrr” que no podía dar una
pedalada más, la visión “efecto túnel”, los sudores fríos de la muerte, el “tembleque”
generalizado y los 35 graditos de temperatura a las 3 de la tarde me impedían
finalizar la etapa de forma digna. Era mucho mejor rogar a Manolo, mi compañero
de fatigas ese día, que por Cristo bendito fuera a por el coche y me recogiera,
que yo me quedaba a esperarle a la sombra en una gasolinera, ya si eso.
De la experiencia extraigo varias conclusiones:
Las “pájaras” no molan.
2 2500m de desnivel son muchos metros de desnivel.
Más de 6 horas en bici son muchas horas en bici.
Más de 6 horas en bici son muchas horas en bici.
En el Iberman me voy a cagar…
Después de eso “carretera y manta” para viajar a mi querido
Donosti, con la bici a cuestas, buscando apurar el resto de las vacaciones, ya
en compañía de mi santa esposa. Una vez allí, ha tocado madrugar más que en
horario laboral, tratando de aprovechar las primeras horas del día para
entrenar, y de este modo no perjudicar la vida familiar y resto de “compromisos
sociales”, así me ahorraba de paso alguna que otra bronca, que da mucha pereza
discutir en vacaciones…
Sin matarme a entrenar, sí que han salido dos semanas de
entrenos chulos en San Sebastián, con visitas a la pija (y carísima) piscina
cubierta de la playa de la Concha, salidas varias en bici por la costa vasca,
sólo y en compañía de Isma, el primo triatleta de mi mujer. Con Isma competiría
días después en el triatlón de Zumaia, cuya crónica relataré enseguida.
De mi estancia allí, besugos, chuletas y pintxos aparte, algo
que por supuesto siempre es reseñable y cita imprescindible en la Bella Easo,
he de destacar dos grandes hitos deportivos:
1 TRAVESÍA A NADO GETARIA-ZARAUTZ
Me manda un whatsapp Xilbi, mi prima “Que dice Koldo que se
ofrece a realizar la travesía Getaria-Zarautz contigo…”. Días atrás yo había
comentado que me vendría bien nadar en aguas abiertas y Xilbi me comentó que el
mejor sitio era Getaria, que tenía delimitado con corcheras en plena playa un
recorrido muy utilizado por nadadores en general y triatletas en particular.
Pero de ahí a nadar a pelo de Getaria a Zarautz, con un recorrido de aprox.
3000m, había un trecho…
La travesía en cuestión es un clásico veraniego, con más de
2000 participantes todos los años, pero nosotros lo íbamos a hacer solos, sin
asistencia, ni vigilancia ni “ná de ná”, los dos solitos.
Pues nada, que sí, que le digas a Koldo que sí.
Y allí nos plantamos en la playa de Getaria, los dos
enfundados en el neopreno, el Rh vasco inundando nuestras venas, quién dijo
miedo y con dos cojones, la hostia pues. Previamente me despedí de la familia,
no fuera que no les volviera a ver…bueno, tampoco es eso, pero el tema sí que
infundía algo de respeto.
Me tranquilizaba que Koldo es nadador experto y autóctono de
la zona, ya ha hecho el recorrido varias veces,
y la verdad es que me lancé al agua bastante tranquilo y nadé muy cómodo
todo el trayecto, excepto por las malditas gafas que se empañaban todo el rato.
A la mitad Koldo me cambia las gafas y me da las suyas, sorprendentemente son
el mismo modelo que las mías, aunque las mías son “de sol”, con lente de espejo,
y las suyas “normales”, y coño, las suyas no se empañan nada de nada, hay que
jorobarse.
Vamos nadando a buen ritmo, uno al lado del otro, comentando
cada 5-10 minutos qué tal vamos y fijando puntos de referencia, “Dirígete a esa
roca, y desde allí hasta aquel pico…”. La idea es hacerlo en 1 hora, que no es
ir despacio, pero tampoco a toda leche, Koldo lo ha hecho en 46 minutos, así
que dígamos que pretendemos ir “allegre
ma non troppo”. Las sensaciones son en todo momento muy buenas, el neopreno en
agua salada ayuda mucho en flotabilidad, y pese a que los hombros se cargan
desde casi el principio no me noto cansado y la respiración la tengo bien
controlada. El primer tercio saliendo de la playa de Getaria es sin apenas
olas, pero una vez en mar abierto el vaivén es mucho más notorio y hay que
acostumbrarse a ser mecido por ellas.
Se supera el segundo tramo, esquivamos un conjunto de rocas
y ya al fondo se divisa la playa de Zarautz. Aquí las olas ya aumentan de
tamaño, últimos consejos de Koldo “venga que llevamos 45min, ya no nos queda
nada, trata de aprovechar las olas y que nos lleven hasta la playa, con cuidado
que van hacia la derecha y nos empujan contra las rocas, trata de nadar siempre
hacia la izquierda…”
Este último tercio se hace un poco pesado, el cansancio
aparece y el meneo ya es notable, nadas y nadas hacia la izquierda y parece que
nunca vas a llegar a la maldita playa. Pero llegas, un viejete os pregunta en
euskara si habéis hecho Getaria-Zarautz, eso lo has entendido hasta tú,
asientes y levantas el pulgar orgulloso, te lo has pasado de puta madre, estás
entero, apenas has tragado agua (pero un par de tragos sí, ¿eh?) y ahora mismo
podrías coger la bici y hacer 180km sin problemas, o al menos eso te parece.
Vistazo al GPS, 53 minutos (YEAH!!) y 3300m, han salido 300m de más, Koldo
confiesa que se orienta de puta pena, y tú eres bastante peor, así que qué le
vamos a hacer.
Cervezote de rigor y a comentar la jugada, estoy entusiasmado,
me he quitado un peso de encima, ya sé lo que es nadar en mar y con olas y me
pongo un notable alto.
2 TRIATLON SPRINT DE ZUMAIA. CAMPEONATO DE
GIPUZKOA
Sábado 7 de septiembre, día de la prueba. Amanece lloviendo,
y el día está gris feo, feo. No apetece competir hoy, la ría de Zumaia tiene
aspecto revuelto y un color verde nada apetecible. Casi estoy rezando para que
me llame Isma y me diga que “passsa” total de competir hoy, y así yo también puedo
“rajarme”, pero la llamada no llega, así que al mediodía me voy con Iker a
recoger el dorsal, al final tendré que competir, qué remedio. Nos hemos quedado
el fin de semana a dormir en casa de Iker y Xilbi, los primos, y además van a
venir Luismi y Naia desde Mungia para verme competir. Bueno, qué coño, vienen a
cenar besugo luego por la noche, la competición de triatlón es la excusa para
vernos todos y darnos un buen homenaje.
La prueba es a las 18,30h, qué pereza, con el día gris y
apagado casi será de noche cuando comencemos.
No he estado apenas nervioso en todo el día, pero según se
acerca la hora voy poniendo frenético a todo el mundo, así que salimos con
tiempo de sobra desde casa de Iker, que vive a escasos 500m de la zona de
boxes. Coloco todo y espero a Isma, que llegará algo más justo de tiempo.
Ya estamos todos, bueno faltan Luismi y Naia que llegarán
tarde, pero seguro que en algún momento aparecen. Me voy con Isma a la zona de
salida, afortunadamente ha parado de llover y parece que aguantará. Mientras
esperamos andamos decidiendo si salir a la izquierda, a la derecha, al centro o
“pa´dentro”. Yo me doy mus, Isma es el experto, 20 años compitiendo le avalan,
aún así cambia varias veces de opinión, la última 30 segundos antes de la
salida, no me da tiempo a seguirle, y de todas formas él quiere colocarse en 1ª
fila, de modo que siendo “conservador” me coloco en 3ª línea y pese a todo, saldré
demasiado delante para lo que debería…
Así me pasa, salimos y en el consabido caos posterior me
pasan por encima varios Titanics, la Armada Invencible, el acorazado Potemkin y
sabe Dios cuantos triatletas. Son los 200m más infernales de mi escasa vida
triatlética, pero concienciado como estaba de que pasaría lo que efectivamente
pasó, trago media ría de Zumaia, el tema es tratar de sobrevivir esos primeros metros
y salvar las dos primeras boyas. Luego tendré 500m totalmente rectos para
reponerme del susto y nadar, espero, algo más tranquilo.
Como hasta la fecha estaba harto de recibir leches, hoy he
decidido que también voy a “DAR”, y vaya si “DOY”, se acuerdan de mi madre en
euskara en varias ocasiones, pero como no les entiendo yo también me acuerdo de
cada una de las suyas, por si acaso.
Nado algo mejor que otras veces, pero la travesía Getaria-Zarautz
de dos días atrás pasa factura pronto, y con el estrés inicial me agoto rápido.
Llego al final como puedo, en mitad del grupo, y en 14 minutos “pelaos” (pues
no está tan mal, podría ser peor). Veo a Luismi, ya ha llegado y ya está
tirándome fotos (GRACIAS). Me cuesta horrores sacarme el neopreno, tengo los
hombros reventados y no llego a soltar el velcro y enganchar la cremallera. Una
nueva T1 que hago de pena y se me van unos buenos segundos, y en un Tri sprint
cada segundo cuenta.
Como van estos vascos en bici, la madre del amor hermoso,
vuelan, será cosa del Rh también. Echando el hígado desde nada más salir trato
de unirme a un grupito que se ha formado delante de mí. Lo consigo y me flipo
demasiado, me pongo a tirar y pronto lo pagaré, llega un repecho y me “sueltan”,
ya no los pillo ni de coña. Y es que suben el repecho a casi 40kmh, la madre
que los parió. Eso sí, son unos sosos, en Madrid la gente se anima, se saluda, te greguntan por tu mujer y tus hijos, te piden que pases al relevo, vamos lo normal. Aquí ni hostias, todos callados, únicamente dando
pedales como locos. Nada, que toca ir solo, pues, así que vistazo rápido atrás, viene otro grupo,
a ver si éstos no me sueltan…
Pues también me sueltan, llego a la mitad de recorrido,
vuelta 180 grados y a seguir sufriendo. Las piernas me arden una barbaridad, y
me da la impresión de que voy parado, pero el velocímetro dice otra cosa, estoy
yendo más rápido que nunca, y eso que el recorrido es un sube y baja constante.
Al tercer grupo que me pasa ya sí que me engancho y no me van a soltar, al
menos hasta la pronunciada subida que hay ya casi al final. A cola de grupo no
doy ni un relevo, se supone que debería ir descansado pero voy muerto tratando
de no soltarme. La subida la hago de tranqui, queda 1km para meta y aflojo algo
para que las piernas no revienten antes de echarme a correr. En la zona de
desmonte, pasados 35 minutos desde que salí (tiempazo, Dani, tiempazo) está
Luismi con la cámara, me pega un grito y casi me arreo una “piña” del susto, ¡¡joder
Luismi!!
Dejo la bici en las barras y no veo mis zapatillas, coño que
éstas no son mis zapatillas, me las han “robao”, no me jodas…
Un juez se acerca, le miro desesperado y le digo “éstas no
son mis zapatillas”, con cara de no entender nada.
Pero qué dorsal tienes, ¿quieres decírmelo? “pues el 201,
señor juez…”
ERES EL 205, MELÓN, ¿QUIERES BAJAR LA MIRADA Y VERTE EL
DORSAL?
“Ahí va la hostia, qué fallo, jeje…”
“AHORA MEJOR, ¿NO?...”
Mucho mejor, dónde va a parar, gracias, señor juez, usted
perdone mi estupidez, señor juez. Agarro la bici y la cambio de sitio, otros 30
segundos a tomar por saco, qué desastre, qué imbécil soy, las cosas del estrés
y las prisas...
Me calzo, ahora sí, mis zapas en un “plis-plas”, salgo
enrabietado y a fuego, siguiendo directrices de Isma, “nada más salir, ve a
tope 5 minutos, luego ya regula, y al final a tope otra vez”.
Kilómetro 1 por debajo de 4min, bien coño bien, el 2 y el 3 aflojo
algo, que el corazón se me va a salir por la boca, en el 4 quiero morir, y en
el último, el 5, voy ya muy jodido, pero aún así sigo adelantando a gente y además
al final tengo que esprintar a muerte “JODERRRRRR”.
21’28’’ la carrera a pie, algo peor de lo esperado, ya que
quería acercarme a 20 minutos o incluso bajar algo de esos 20. Bueno, otra vez
será, pero las sensaciones han sido muy buenas.
El éxtasis me llega al final, tanto preocuparme de los
parciales de carrera y no me he percatado del tiempo total invertido hasta
ahora. He parado el reloj en 1h15’13’’, INCREÍBLE, y yo que pensaba que si
bajaba de 1h20’ sería la releche…
Estoy contentísimo, beso a Ruth, abrazo a Iker, beso a todo
el mundo, sois todos súper majos, que viva Zumaia, y el País Vasco, el Aurresku
y el queso de Idiazábal. Busco a Isma y acelerado le voy relatando cada segundo
de mi carrera y todas mis sensaciones y…y…y…Dani para, relaja, respira…
Isma es un bestia, ha parado el crono en 1h05min, qué
barbaridad, y eso que dice que le ha dado un ataque de ansiedad en el agua, que
ha hiperventilado y ha tenido que parar al menos 2 minutos agarrado a una
piragua. Y ha salido del agua en 12 minutos, amossss no me jodasssss…
Las cosas del Rh vasco, ya te digo yo.
SEMANA DEL 19 AL 26 DE AGOSTO
Lunes: 3400m piscina
Martes: 12K carrera @5min/km
Miércoles: 1h de spinning con Best Cycling + 40 min fuerza
con Insanity Core Cardio & Balance
Jueves: 2000m natación + 9K de progresiones en cuesta y
series de 1000m
Viernes: 135km de bici (con pájara incluida)
Sábado: Descanso
Domingo: 23K running
SEMANA DEL 27 DE AGOSTO AL 1 DE SEPTIEMBRE
Lunes: 45min trabajo de fuerza con Insanity Plyo Cardio
circuit
Martes: 16K
running a ritmo IM
Miércoles: Descanso
Jueves: 12K running @5min/km
Viernes: 3200 natación + 50K bici
Sábado: 12,2K running @4’55’’
Domingo: 40K bici + 30min run@4’15’’
SEMANA DEL 2 DE SEPTIEMBRE AL 8 DE SEPTIEMBRE
Lunes: 2700m natación (incluyendo simulacro de 750m a 13’30’’)
Martes: 96K bicicleta a 26kmh
Miércoles: Insanity Core Cardio & Balance + 12K
running@5min/km
Jueves: Travesía a
nado Getaria – Zarautz 3300m
Viernes: Descanso
Sábado: Triatlón sprint de Zumaia (0,750 – 20 – 5)
Domingo: Descanso
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