jueves, 4 de julio de 2013

TRIATLÓN OLÍMPICO WILD WOLF VILLA DE MADRID

El lago de la Casa de Campo y yo teníamos una cuenta pendiente desde hacía un mes, cuando decidí retirarme durante la disputa del sector de natación del triatlón olímpico del World Triathlon Promaster a principios del pasado mes de junio. Este pasado sábado repetía distancia y escenario, buena oportunidad para alejar a mis particulares “fantasmas del agua”, algo que logré, aunque solo a medias, ya que opté por evitar zonas de conflicto nadando a cambio muchos, muchos, muchos metros de más (tengo pendiente de revisar los datos de mi GPS, pero calculo al menos 200-300m adicionales).
Mi cita con el triatlón el sábado era a las 6 de la tarde, pero poco antes de las 3 ya estaba en la CdC, ya estaba harto de comerme las uñas en casa y opté por llegar antes y ver las salidas de las 16h y 17h. Alberto, el novio de mi compi de trabajo Mari Carmen competía a las 16h y Kike, de mi club de triatlón, lo hacía a las 17h, lo que me permitiría soltar nervios animándoles y disfrutando de la increíble fiesta del triatlón Villa de Madrid de este fin de semana.
Quedé con Mari Carmen, que había recogido mi dorsal el día anterior y conocí a su novio Alberto, un tío muy majete con inconfundible acento murciano. Alberto es también medio novato en el triatlón, y según Mari Carmen estábamos en un nivel parecido, algo que se corroboró al final de la prueba, ya que apenas nos separaron dos minutos. Intercambio de primeras impresiones, hacemos las presentaciones de nuestras bicis, aquí mi Nekane y aquí su  “flaca” (con impresionantes ruedas de carbono de perfil alto SHIMANO  DURA ACE), qué tal, qué tal, encantadas de conocerse también y mientras Alberto va a iniciar la natación yo hago el “bike-check” de Nekane. Ya soy un experto en preparativos triátleticos, no he olvidado nada, cabe todo perfectamente en la mochila (esta vez no era necesario el neopreno), incluso me permito el lujo aconsejar a unos “novatillos” (cámbiate chaval el chip al tobillo izquierdo, para que no roce o se enganche con el” plato” y/o la cadena de la bici).
Tras colocar todo salgo de la zona de transición y me dirijo al Lago, Alberto debe haber salido hará pocos minutos, así que llegaré a tiempo para verle salir del agua tras la 1ª vuelta (son dos vueltas de 750m en las que hay que salir del agua a la plataforma y volver a tirarse). Busco a Mari Carmen, situada justo cerca de la salida del agua con la cámara preparada para inmortalizar el momento. Van llegando los primeros y dirigiendo la mirada al agua tratamos de localizar a Alberto, al tiempo que le digo a Mari Carmen que reprima comentarios del tipo “por Dios qué buenorro está éste o aquel…”. Alberto sale en mitad del grupo y sonríe de manera forzada a nuestros gritos de ánimo, unos pasitos por el pantalán y de nuevo al agua. Mientras MC se va fijando en los deltoides y bíceps del personal a mí me sigue sorprendiendo lo delante que salen algunos “gorditos”, y es que en la natación la técnica lo es todo, tengas el cuerpo que tengas. Mientras le doy vueltas a la cabeza a esto último ya vuelven a salir del agua los primeros, dos de ellos con amplia ventaja sobre el resto. Nuevamente en mitad del grupo aparece Alberto, más gritos de ánimo, ahora el compañero murciano ya sí sonríe más abiertamente y nos trasladamos para verle pasar con la bici.
Sigo pensando que en el triatlón de mi nivel, incluso en un sprint, no gano nada colocando las zapatillas sobre los pedales automáticos y tratando de abrochármelas en marcha. La peña se juega destrozarse un pie o se las calza ridículamente despacio sobre la bici, dando tumbos de un lado a otro, jugándose chocar contra otro competidor. La ganancia es ínfima, si no pierden tiempo, que es lo que a mí me parece. Yo seguiré corriendo con las zapas de bici puestas, a pasitos cortos,  como las muñecas de Famosa.
Mientras Alberto disputa el sector de bici, mi compañero de club Kike sale en el agua, así que alterno paseítos para ver a uno y a otro, mientras me voy preparando para mi salida. Kike sale espectacularmente bien del agua en la 1ª vuelta, en la posición 15 de los 80 ó 90 que componen cada tanda. Se lo “canto” y sonríe sorprendido  ¡¡Vamos Kike!!
Vuelvo con Mari Carmen y su Alberto, se acerca mi momento así que me doy cremita para el sol y vaselina en “zonas clave”. Para ello me calzo mis guantes de látex, un grupo de triatletas y sus acompañantes me preguntan el porqué de los guantes, así que les cuento la teoría de Jorge y el arrastre del agua. Me miran con cara de “oh, éste sí que sabe…”, sin conocer que “ni puta idea, oiga…”, pero bueno, vacilar he vacilado un rato. A mi lado, Mari Carmen se descojona de risa.  Sale Kike del agua, le pido a MC que le haga una foto y ahora ya sí, me dispongo para mi salida. Por cierto, acaba de aparecer por aquí mi buen amigo Óscar, justo para verme salir. Le confío mis chancletas y mi reloj, saldré solo con el GPS así que…preparados, listos, ¡YA!

NATACIÓN
He salido nervioso y muerto de miedo, pero las primeras brazadas son tranquilas y no golpeo ni soy golpeado por nadie, aunque me ha entrado agua en las gafas al tirarme y pierdo algo de tiempo colocándomelas. Al llegar a la 1ª boya llegan las hostias, pero estaba preparado para ellas, así que inmediatamente decido abrirme y evitarlas, hoy voy a nadar un huevo de metros de más, pero lo prefiero a los golpes. En el largo de vuelta al pantalán me despisto y me abro demasiado, se me han empañado las gafas y no veo un carajo, no termino de llegar a la plataforma y se me hace eterno, por fin llego, me incorporo y echo un vistazo al GPS, 15 minutos largos, FATAL, con muy mala hostia me tiro de nuevo al agua y las gafas se me van a tomar por saco.

El “tío Pedro” (tío de Óscar, que también ha venido a animarme) me dice que me olvide del reloj y me centré en la natación, ya lo sé Pedro, ya…vuelven los nervios y con el cansancio me desvío del camino y cuando me doy cuenta casi estoy en los límites del lago, estoy nadando rápido pero forma inútil, voy a hacer 1800m por lo menos. Las gafas se me empañan cada vez por tres (toca cambiarlas ya), respiro por la izquierda y me da el sol de lleno cuando lo hago, así que sigo sin ver nada. Eterna 2ª vuelta que acabo en 32 minutos, un horror, ya que en los simulacros en piscina lo he hecho en 26-27 minutos, pero bueno, es lo que hay, ahora toca emplearse en la bici. Corro bien por la laaaaaarga transición hasta la bici, no estoy mareado, un grupo de chicas me señala y comenta cuando paso “mira ése qué cachas está…”, así que sonrío y sigo corriendo erguido como un pavo. Hago una transición bastante decente, en la media con respecto a mis competidores.


CICLISMO
He puesto “plato” de inicio, y con éste hago la 1ª subida criminal que hay nada más empezar. Conozco el recorrido del triatlón sprint que hice el año pasado, es el mismo pero dando más vueltas. Tengo las piernas entumecidas del agua y me cuesta arrancar, pero la peña debe ir peor que yo porque adelanto a todo Cristo. En la 1ª subida a Garabitas mis piernas ya vuelven a ser mías y sigo adelantando a toda velocidad a mucha, mucha gente, todos los que han salido del agua delante de mí. Corono el cerro y a tumba abierta hacia abajo, afortunadamente han reasfaltado parte de la bajada, sobre todo la zona más peligrosa, aunque sigue habiendo muchos baches. Media por encima de 30kmh, voy muy bien, aunque hace un calor horrible y me voy a quedar corto de líquido. Veo a Óscar y a Pedro, que me dicen que afloje, pues va a ser que no, chavales. Veo también a MC y Alberto, que ya ha terminado, en la siguiente vuelta le preguntaré qué tal…

Sigo pasando a mucha gente, lo cual me anima a seguir apretando, voy manteniendo la media ahora en los 29kmh, mi objetivo es hacer la bici en 1h30min, y lo voy a conseguir si sigo a este ritmo. Sigo dando vueltas y me voy a quedar sin agua, sé que está prohibido recibir ayuda externa, pero es peor morir deshidratado, así que me arriesgo y le pido a Óscar que me traiga agua, le doy mi bidón para que me lo entregue lleno en la siguiente vuelta y mientras Pedro me da una botella de agua a la que le pego un trago.


Me ha visto un juez, pero hace la vista gorda, supongo que entiende la situación porque estamos a 35ºC, por lo menos. Otro grupo de quinceañeras que dice “mira ése qué bueno está…”, voy solo, así que se deben referir a mí, gracias darlings hoy me estáis poniendo el ego por las nubes. Preguntó a Alberto su tiempo y me grita “2h50y…”, no he entendido los minutos, bueno ya tengo una referencia, vamos a andar muy parecidos, si no la cago en la carrera a pie.

La última vuelta en bici voy de tranqui, charlando con los que voy pasando, la gente en la subida a Garabitas va muy atrancada, me da la risa pensando que yo el año pasado iba igual de mal. En la zona de desmonte de la bici hay un tío tirado en el suelo, no sé si se ha dado la hostia o…no, espera, creo que son calambres, pues no te queda nada, chaval, 10K sufriendo, si no te retiras…

CARRERA
Zapas, visera Ironman y a correr, Alberto me avisa que la 1ª vuelta es la peor, pero que luego ha podido correr bien. Perfecto, me grabo esa idea en la cabeza. Efectivamente voy bien jodido en la 1ª vuelta, el GPS marca ritmos de por encima de 5’30”, una mierda, pero no me desespero y aguanto a que mis piernas de plomo vayan soltándose. Sigo pasando a gente, el calor es insoportable, hay una zona de duchas con agua vaporizada en la que dan ganas de quedarse a vivir. 



En la 2ª vuelta sigo sufriendo un poco, pero en la 3ª voy a saco, por debajo de 4’30”, ahora sí, coño. Acabo la 3ª y al pasar cerca del arco de meta veo que marca 2h40min, tengo algo menos de 20 minutos para hacer 2,5km y bajar de las 3h. Más que de sobra, así que la última me la tomo de “tranqui”, voy chocando manos con el público que anima,  voy animando a mis competidores mientras adelanto o me adelantan, incluso grito de alegría y de rabia contenida tras el fracaso de primeros de junio y la mierda de natación que me ha salido hoy.


Ya tendré tiempo de mejorar, a mi tiempo de hoy aún le puedo rascar unos buenos minutos, pero va a ser tu 1er olímpico Dani, disfruta de cada paso.



Aprieto algo en los últimos 400m, pero sin excederme, que el corazón no se me vaya de madre, enfilo hacia el arco de meta, 2h52min altos y justo antes de cruzarlo me paro, brazos en alto, saludo a la concurrencia y venga, primer olímpico al zurrón.


Acabo contentísimo, pese a no haber bajado de 50min en los 10K, han salido 51min, pero las sensaciones han sido muy buenas, nada que ver con Lisboa, donde nada más empezar ya estaba andando. Aquí no me he parado nada más que 5 segs en cada vuelta a recoger sin mucha prisa una botella de agua. El tiempo invertido, teniendo en cuenta el calor sofocante, es más que razonable, aunque por supuesto puedo y debo mejorarlo.
Tiempo final: 2h52’55” finalizando en el puesto 258/548, lo cual no está nada mal. Nunca antes había finalizado en el primer 50%.


POST-CARRERA
Qué palizón me he metido, la mare de Deu, la primera botella de agua que me entregan en el avituallamiento final va sobre la cabeza, pido otra poniendo cara de “lo siento, no he podido evitarlo” y la chica sonríe al entregármela “lo sé chato, lo sé”, parece decirme. Paso a la carpa de recuperación patrocinada por Wild Wolf, donde ingiero litros y litros de su bebida, rollo tipo Aquarius, fresquita y con buen sabor. Está por aquí también Alberto, así que comentamos la jugada sobre ésta o aquella fase de la prueba, a ambos se nos ve satisfechos del resultado, más en estas condiciones cuasi-extremas de calor.

Calor, calor, calor, calorrrrrrr, es en lo único que piensa mi cerebro, voy recogiendo botellas a medias que encuentro por ahí y me las tiro por la cabeza…
“I’m burning, baby”
Salimos Alberto y yo para recoger nuestras bicis y tomarnos unas cerves con nuestros sufridos acompañantes, Mari Carmen, Óscar y el tío Pedro. Óscar intenta picarme un poco “te han adelantado hasta las chicas…”. La “chica” a la que se refiere, señalando a una en particular, es Sara Bonilla, ganadora de la prueba, una bestia parda profesional, exnadadora, que el año pasado en una prueba salió 1ª del agua por delante de TODO el mundo, tíos incluidos. Ya quisiera ser yo el 20% triatleta de Sara Bonilla, majete. Nada, no me picas Óscar, tira para el chiringuito y ve pidiendo las “cerves” anda, mientras yo estiro un poco los músculos, que ya las piernas amenazan calambres.
Buenas “cerves” tamaño familiar y resumen de la jornada, Óscar comenta que le sorprende la cantidad de gente que hace triatlón, yo sé que por dentro le pica el gusanillo, acabará cayendo, aunque se confiese inútil en el agua. De hecho ya ha hecho un duatlón, y este verano participaremos en alguno más. Acabará cayendo, lo del agua es salvable.
Damos por concluida la jornada ya bien entrada la noche. Fantástico día de triatlón en la Casa de Campo, fantásticos acompañantes, mil gracias Mari Carmen, Óscar y Pedro. Gracias también a Alberto, gracias por tus consejos en mi inicio de la carrera a pie, ha sido un placer conocerte, nos vemos pronto este verano saliendo con la bici, mucha suerte en el medio de Riaza que harás a finales de julio, te vas a cagar de calor allí también, macho.
Empaqueto todo en el coche y corriendo para casa, que en unas horas nos vamos de vacaciones una semanita a Galicia. Mi amiga la sonrisa estúpida inunda mi cara, recoloco el espejo retrovisor interior del coche para vérmela mejor. Estoy encantado de la vida, había que resarcirse del desastre anterior y ya lo creo que lo hemos hecho, con buena nota además.
Me encanta el triatlón, querido lector, no sé a qué esperas para probarlo, si aún no lo has hecho.

1 comentario:

  1. No apretarías tanto cuando no has estado 4 días con dolor de cuadriceps!!!
    :-)

    A disfrutar de las vacaciones!

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