lunes, 27 de mayo de 2013

DANI SE VA A LOS PUERTOS

No puede ser, tengo que hacérmelo mirar definitivamente. Cada vez que me “citan” y me enseñan la muleta entro al trapo sin pensármelo, soy un inconsciente. La semana había transcurrido de manera tranquila, intensa en entrenamientos, sin descansar ni un solo día, pero sin nada fuera de lo normal.
El lunes un poco de bici de montaña y luego piscina por la tarde-noche y el martes baloncesto con mis compis del SORGEMSA, que nos jugábamos el acceso a la final del “Torneo de la Galleta”. Llamamos así al play-off de “consolación” que se juega cuando no quedas entre los 4 primeros clasificados en la Liga de Empresas que jugamos todos los años. Yo este año, con el triatlón y los viajes a Alemania apenas he jugado tres partidos en toda la temporada, pero una semifinal es una semifinal, aunque sea “de la Galleta”, así que acudí a echar una mano. Ganamos de 1 punto, de puñetero milagro, así que esta semana jugamos la final, veremos si estoy en condiciones de jugarla, porque me hice daño en la muñeca izquierda en el partido, terminé de estropeármela el viernes haciendo INSANITY y la rematé el domingo dándole a la bici.
Miércoles y jueves también tranquilos, salidita a correr al mediodía con Mari Carmen, compañera de trabajo con novio triatleta que ha sido vilmente engañada por éste y ha caído en las fuertes “garras” del triatlón. Debutaba este pasado domingo en un acuatlón (corres-nadas-corres), ya le preguntaré cómo le fue. Con MC descubrimos un fantástico parque cerca de la oficina, la Quinta de los Molinos, “ideal o sea de la muerte” para salir a correr, así que repetiremos siempre que sea posible.
Y en esto llegó el viernes, por la tarde me marqué mi sesión de INSANITY versión MAX (MAX significa IMPOSIBLE, duro que te cagas), me destrocé la muñeca, odié a Shaun T. y juré no volver a hacer más ese vídeo, hasta ahí todo normal. Me pegué una buena ducha, me preparé mi cervecita y en esto que sonó el whatsapp…
Era Manolo, el peluquero más dicharachero de Barrio Sésamo, digo de Las Rozas, mi peluquero…
“Domingo: Collado Mediano, Soto del Real, Miraflores, Canencia, Lozoya, Puerto Navafría, Rascafría, Cotos, Navacerrada, Collado Mediano. 140 KM NO APTOS PARA GAYS”
Ya estamos jodiendo Manolo, ¿no podías haberte ahorrado la última frasecita? Si sólo hubieras puesto el recorrido y el kilometraje hubiera podido responderte con tranquilidad:
“Tú te pinchas Manolo, ni de coña, aún no estoy preparado…”
Eso es lo que tocaba responder, era lo lógico, pero incomprensiblemente mis dedos teclearon:
“OK, ¿a las 9h?...”
NO APTO PARA GAYS = NO TIENES COJONES (Eso es así)
Ya la hemos liado Fonseca, ahora toca engañar a Óscar, este “marrón” no te lo vas a comer tú solito. Óscar es el hermano de Kiko, gran amigo, compañero de asiento en el Calderón viendo a nuestro Atleti desde siempre, nos conocemos desde hace casi 35 años. Óscar es ciclista, su padre es ciclista y su tío es ciclista. Mi amigo Kiko, su hermano, sin embargo es alérgico al deporte (es del Madrid, y eso quieras que no conlleva una tara).
Óscar lleva toda la vida dándonos el coñazo para que montáramos con él en bici, y nadie en nuestro grupo de amigos le ha hecho ni caso en todos estos años. Así que Óscar salía con su padre y su tío. El padre y el tío le han dado en serio a la bici, de no ser por el negocio familiar que dirigen hubieran sido ambos ciclistas profesionales, más el tío que el padre, pero ambos son buenos ciclistas. Así que Óscar creció saliendo en bici con ciclistas profesionales en los finales de los 80 y principios de los 90, como por ejemplo Anselmo Fuerte.
Óscar ha subido el Tourmalet, el de verdad, así que no me va a decir que no a unos “puertecitos” de nada de la sierra de Madrid. Ha vuelto a coger la bici hace poco, casi coincidiendo con mi enfermedad triatlética, tras dejarla aparcada muchos años, así que compartirmos muchas salidas en dos ruedas cada fin de semana. Sabe como yo que esta “invitación” llega demasiado pronto, aún no tenemos kilómetros suficientes en las piernas para hacerlo con garantías y sin pasarlas canutas, pero un reto es un reto, y después del coñazo que ha dado para tener "amiguitos" ciclistas ahora no se va a echar para atrás a las primeras de cambio…
Así que le reenvío el mensajito de Manolo tal cual, se hace un poco el remolón, de modo que tengo que añadir el típico:
“TÚ SÍ QUE NO TIENES COJONES…” y por supuesto, claro que acepta, ha sido presa fácil.
Así que ya la tenemos “liada” para el domingo.
Pero antes el sábado toca madrugón y carrerita, me he inscrito a los 10K “Corre por la Esclerosis Múltiple” en la Casa de Campo. Qué manía tienen en Madrid de poner las carreras a las 9h de la mañana. En el centro ciudad lo entiendo, ¿pero también en la CdC…? En fin, a madrugar se ha dicho.
Quiero intentar superar mi “Personal Best”, mi record, mi mejor marca en la distancia (44’24”), aún a sabiendas de que el recorrido no es ni mucho menos llano, con dos “paredes” a escalar en el km.2  y en el km.6, y luego desde allí todo cuesta abajo hasta el final. Me llevo el GPS y el pulsómetro, quiero ver cómo va mi corazón forzando al máximo, no suelo utilizarlo en competiciones porque me asusto al ver las pulsaciones, suelo correr por “sensaciones”, pero voy a tratar de acostumbrarme a utilizarlo a partir de ahora. Lamentablemente me he olvidado el cronómetro, suelo utilizar el GPS para simplemente grabar la ruta y utilizar el pulsómetro, pero para los parciales por km llevo un cronómetro de los de toda la vida (marca Timex IRONMAN, por supuesto).
Salgo fuerte y en el grupo de cabeza, esquivando y adelantando a mucha gente, me he despistado al colocarme en la salida y tengo mucho “obstáculo” por delante que va más lento de lo que yo pretendo ir. Enseguida voy a 170 pulsaciones (pues sí que estamos bien, pienso…). Pared del kilómetro 2 y rozamos las 180 pulsaciones (joder), kilómetros 3-4-5  y me estabilizo entre 165-169 pulsaciones, me parece mucho, pero parece que voy a poder aguantarlo toda la prueba. Voy bien de sensaciones y por lo que marca el GPS bastante bien de tiempo, debería ser capaz de superar la marca. En el km 6 empieza la cuesta abajo hasta el final y aprieto, adelanto a alguno más y ya no me adelantan, no veo el cartel del km 7 y en el km 8 según mi GPS bajo de 44 minutos seguro (genial), km 9 y parece que sí, se confirma que lo voy a conseguir, de sobra además, así que aflojo. Me pasan varios al final, tres o cuatro, pero no me preocupa, yo a lo mío que es batir mi marca. Encaro los últimos metros sin esprintar y veo que el arco de meta y su cronómetro marcan 44 minutos 40 seg (Qué??? WTF??). Mi GPS marca  43’30”, “mierrrrda…”, ha debido perder la señal en algún momento y su cronómetro también se ha parado. Desastre.
Así que entro en 44’59” según tiempo oficial, tiempo neto 44’54”. Hay que jorobarse, maldito GPS, si me hubiera traído el cronómetro normal…
Bueno, al menos he bajado otra vez de 45 minutos, algo impensable hace apenas unos meses. Lo hubiera mejorado seguro, pero el error del GPS me ha hecho relajarme. Lo dejamos mejor para la próxima, no hay problema.
Recojo la bonita camiseta finisher de Kukuxumuxu  y super-pack de complementos (Gel y champú en varios formatos, gorra, galletas, chocolatinas varias y lo mejor, un cinturón de hidratación-porta dorsal muy, muy guapo, me viene fenomenal, con sus dos mini bidones incluidos, muy chulo), y para casa, entrenamiento finalizado.
Me levanto el domingo a las 6.30h, he quedado con Óscar a las 7.45h en su casa. Metemos las bicis en su Todoterreno y partimos hacia Collado Mediano, que tenemos casi una hora de camino desde Arroyomolinos.
Manolo aparece también puntual y salimos sin demora a la hora prevista. Hace “fresquete”, pero luego subiendo apretará el calor, y de nuevo en las bajadas hará frío, así que la elección de ropa se hace complicada. Camiseta interior, maillot de manga corta y manguitos, que me pueda subir y bajar según haga frío o calor. Acerté.
Salimos los tres hacia Miraflores, pasando por Becerril y Soto del Real, llano y falso llano en bajada, ideal para ir calentando piernas. Nos pasa una “grupeta” de 20 corredores y Manolo nos anima a apretar y unirnos al grupo. Tengo dudas porque no sé rodar en grupo, además me duele mucho la muñeca izquierda y apenas puedo cambiar el plato y frenar con esa mano, lo que me genera inseguridad, ya que en grupo hay que ir muy pegado a los demás ciclistas. Pero bueno, digo que sí y nos colocamos a cola de “pelotón”. Es increíble lo bien que se va en grupo, apenas doy pedales y el velocímetro marca 38-40kmh con total facilidad. Los que van delante irán dándolo todo, pero yo voy silbando, relajado. Hoy no os pienso dar ni un relevo, chavales, otra vez será, soy novato y tengo “pocha” la muñeca, seguro que lo entendéis. Así llegamos a Miraflores, los primeros 30 kilómetros han pasado en un suspiro, me ha encantado rodar en grupo, habrá que repetirlo siempre que se pueda. De momento todo bien, gracias. Seguimos integrados en el grupo (eran de una peña ciclista de Las Rozas) atravesando Miraflores, ya subiendo las primeras rampas, pero nada del otro jueves. Al acabar el término de Miraflores el grupo se desvía hacia no sé dónde y nosotros cogemos la desviación que marca “CANENCIA”. Pues aquí llega el primero de los puertos del día…
La primera rampa es brutal, tanto que enseguida llevo “todo metido”, plato pequeño, piñón grande, pues sí que empezamos bien…
Óscar me dice que voy “atrancado”, que suba un piñón y aumente la cadencia de pedaleo,
“Óscar voy con todo, no hay más…”
“No jodas” Y se ríe…yo también me río, pero nervioso, así no acabo yo la ruta ni de coña.
Manolo me tranquiliza “Venga, es sólo esta rampa, tras aquella curva la cosa se calma…”. El viejo truco de la próxima curva, pienso, seguro que luego es peor. Pero no, efectivamente aparece el llano e incluso bajamos un poco. Así sí, Manolo.
Ahora viene lo peor del puerto, 3kms finales bastantes duros. Veo un cartel que marca la pendiente (1% de desnivel? Pues como será al 10%...ah no, que no es un 1, es un 7, ya decía yo,  joder ya voy ciego…”). Lo metros pasan muy despacio, dónde está el cartel de 2km a puerto? No llega o qué?, 2km-1km y ya está. Mi primer puerto de montaña al zurrón, ha sido duro pero bueno, bien, lo he acabado sin mayores problemas y aún noto que tengo fuerza en las piernas.
Fotito de rigor, de no muy buena calidad, pero el momento había que inmortalizarlo.
 

Reponemos agua en una fuente natural, comemos un poco (llevo un cargamento entero de barritas y geles, Óscar se ríe, dónde vas con tanto peso,  pero luego me lo agradecerá…) y a bajar hasta Canencia.
Bajar es lo mío, ya dije en un post anterior que estoy un poco loco y lo doy todo en las bajadas, aunque hoy voy algo más inseguro con el tema de la muñeca, que me duele y no me deja sostener bien el manillar de la bici, así que bajo como un loco “ma non troppo”.
Me avisa Óscar que en la bajada le dé bien a los pedales, aunque sea en vacío, que los mueva que si no me quedaré frío. Frío no, helado es como acabo la bajada, y el tramo (llano) de Canencia hasta Lozoya lo pasó realmente mal. Me recorre el cuerpo un sudor frío y no me van las piernas. Óscar me abronca:
“Mira que te lo he dicho…”
“No has pedaleado bien en la bajada...”  Pues no.
No termino de recuperarme y Manolo decide acortar la ruta. No vamos a subir Navafría y nos tiramos directamente a por Cotos (ahora pienso, MENOS MAL!!)
Llegamos a Rascafría y todo el asfalto en el pueblo es adoquinado, el temido “pavés” en el argot ciclista. Ahora entiendo la épica de clásicas ciclistas como la París-Roubaix, estos tíos están locos si se meten kilómetros y kilómetros sobre la maldita superficie. En Rascafría son apenas 500m y parece que se me va a desmontar la bici, y con la muñeca que me va a estallar de dolor. Temo que en cualquier momento la rueda delantera se desmonte o el cuadro se parta por la mitad. Segunda “parada técnica”, come bien Dani que te va a hacer falta en la subida a Cotos, Óscar declina mi ofrecimiento de una segunda barrita energética y luego lo pagará…
Dejamos Rascafría y nos tiramos a por Cotos, vamos ganando altitud poco a poco, es falso llano en subida, pero llevamos el viento a nuestra espalda y se hace muy cómodo. Las primeras rampas de Cotos no me impresionan, son 4-5km en subida, sí, pero voy cómodo.
“Todavía no ha empezado el puerto…” me avisan
Y llega el primer cartelito: “10km a puerto, 8%...” Empieza lo bueno.
Aquí ya sí que no hay descanso, curva, curva, curva y subida, subida y subida. Todo el desarrollo metido y el velocímetro no pasa de los 7-8kmh (iría más rápido andando, pienso),  voy a trompicones. A veces pillo un ritmito adecuado y otras veces lo pierdo, en cuanto me levanto del sillín voy de lado a lado y el corazón se dispara. Los primeros 3km de los diez que quedan se me hacen eternos, llegamos a un pequeño “descanso” de unos 500m y otra vez a subir sin parar, te quedan 6km y pico, casi 7km hasta la cima, vamos campeón!!
Sufro mucho, pero voy bien, Óscar va el primero, pero no muy lejos, apenas 100m por delante, pienso que me está esperando (luego me enteré que no, que él iba mucho peor que yo), le recupero terreno y se vuelve a ir un poco, mientras Manolo va a mi lado, jugando, pega un acelerón, llega hasta Óscar y luego se deja caer hasta mi posición, él sí que iba relajado…
No mentiré, fue duro, se me hizo larguísimo, hora y pico de subida sin descanso, pero lo aguanté bien, no flaqueé, tenía piernas suficientes. Iba lento, a velocidades ridículas, pero iba, no vi peligrar el final de la ruta en ningún momento. Eso sí,  y supongo que el comentario que voy a hacer a continuación podrá ser polémico, ahora entiendo un poco a los ciclistas profesionales que se dopan. No veo inhumano subir uno, dos o tres de estos puertos en el mismo día. Se puede hacer, yo lo he hecho y no es para tanto. Lo que es inhumano es hacerlo a las velocidades que lo hacen, y hacerlo durante tres semanas seguidas. Eso sí que es inhumano, eso no hay cuerpo humano que lo aguante a base de geles, barritas energéticas o bocadillos de panceta. No justifico el doping, ni mucho menos, pero entiendo que a alguien se le pase por la cabeza, eso es todo.
Volviendo al tema que nos ocupa, hemos coronado Cotos, y hacemos la última paradita y última visita a la fuente para repostar agua.
Otra fotito en el Alto de Cotos.
 

Hace frío aquí arriba, casi 1900m de altitud y está aún hay bastante nevado por muchos sitios. He olvidado comentar que en toda la ruta el paisaje ha sido espectacular, precioso. Los ríos y arroyos a reventar de agua, increíbles las cascadas del arroyo Peñalara, todo está súper verde, muy, muy bonito. Una maravilla, oiga.
Llaneamos hasta el puerto de Navacerrada y de allí “bajada loca” hasta Los Molinos y Collado Mediano, fin de la ruta.
En el llano Óscar se queda, va jodido, paramos y está pálido “Estoy vacío” comenta.
“Ajajá, te lo he dicho, no has querido comer de mis geles y barritas, vas de listillo y machote y ahora lo pagas…”
Le doy un gel, pega un traguito de agua y aflojamos la marcha hasta Navacerrada.
Desde Navacerrada a muerte los tres hacia abajo. Brutal, mi mejor experiencia en bicicleta hasta la fecha. Simplemente salvaje. Al principio voy con algo de cautela, por aquello del dolor de muñeca y eso, pero luego le dan por saco al dolor, veo que Manolo se escapa, copio la posición que lleva en la bici, y cada vez cojo más y más velocidad….BANZAI!!
65-70-75kmh, vamos, un poco más, 77-78-79….80kmh!! Madre!! Bajamos solos, no baja ningún coche con nosotros, y casi que mejor, porque voy ocupando todo el carril, aunque sinceramente no creo que un coche pueda seguirnos con esas curvas y a esas velocidades.
Qué pasada de bajada, 15 kilómetros que pasan en un santiamén, atravesamos volando Los Molinos y desde allí último descenso hasta Collado Mediano, dándolo todo. Óscar ha “recuperado el sentido” en la bajada y también la sonrisa, "menos mal que tenías el gel, gracias" me dice. De nada majete, a mandar, que para eso estamos. Acaba la ruta tras 5 horitas nada más y nada menos. Buena "tunda" nos hemos pegado.

 

Me ha encantado la ruta, repetiremos Manolo, y habrá que mejorarla y hacerla más dura, pero poco a poco, poco a poco…
Hasta que reciba el próximo mensajito de alguien retándome, básicamente.




RESUMEN DE LA SEMANA
LUNES: 35km bici de montaña + 2600m piscina
MARTES: Partido de baloncesto (y muñeca estropeada)
MIÉRCOLES: 40’ carrera continua (con cuestas)
JUEVES:  45’ carrera (incluyendo fartlek y cuestas)
VIERNES: Sesión de fuerza con INSANITY (Max Interval Plyo). Muñeca definitivamente destrozada
SÁBADO: 10K running @4’30”/km
DOMINGO: 115km bicicleta

1 comentario:

  1. Dani, desvío a no se donde=pto. De la Morcuera

    Cualquier ruta de sierra a mi me parece un rutón, y más ahora que tiene que estar todo precioso.

    Navafria te hubiera gustado, es un pto muy bonito, muy sombreado, sin grandes rampones pero muy constante ( aúnque tiene algun descanso).

    Por cierto, el Shaun T ese te va a " quitar la vía" :-)

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